Cuarto acto: no puedo estar sin ti.

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Luffy tiene su primera rutina y no sabe cómo afrontarla. Pierde la cabeza. 

Sabe que algo anda mal con él desde el instante en que abre los ojos. Su cuerpo se siente pesado y febril, hay humedad en su frente y en su pecho, está empapado de sudor. Luffy nunca se había enfermado, por lo que supone que está por experimentarlo por primera vez. Piensa en el clima, tal vez hace calor y nada más, Wano es impredecible.

Hace un tiempo que había despertado de la batalla contra Kaido, al comienzo estaba muy hambriento, más de lo común y muy enérgico, ignorando los regaños de Nami mientras perseguía a Tama por los árboles con diversión y Usopp y Chopper se unían a ellos en una carrera alegre. Estaba pasándola genial en el lugar, pero ahora le está costando moverse. El roce con su propia ropa es insoportable.

Se apoya de uno de sus codos al intentar sentarse y la cabeza le da vuelta. Todo es diferente, la forma en la que percibe los olores, el ruido; la manera en la que si piel siente y sus ojos se agudizan. Hay tantos en el aire que le está costando reconocer uno en específico. Hay aromas que le gustan y relajan, otros lo irritan y producen caos dentro de él.

No entiende lo que pasa, sin embargo, es como cuando está por luchar una batalla, solo que ahora el enemigo no existe.

Se pasa una mano por la frente sudorosa y se coloca bien el sombrero, es un logro cuando se pone de pie. Necesita un poco de agua, sí, con agua se sentirá mejor.

—¡Luffy, despierta! —Le llama Chopper, antes de asomar su cabeza dentro de la habitación, cuando lo ve, deja de gritar y sonríe—. Has dormido mucho y Sanji dice que la comida se enfría.

La voz de Chopper taladra en su cabeza y no, no le gusta, nada le gusta, levanta una mano y frunce el ceño.

—Cállate, Chopper, ahora no.

Los ojos del reno se abren de par en par y es lenta la forma en la que su animada expresión cambia a una de tristeza. Luffy se siente un poco culpable por ello, pero, por primera vez, no desea disculparse, quiere estar solo.

—¿Estás bien?

—Sí, no, no lo sé. —Está confundido y un poco nervioso. No ayuda que Chopper se acerque y le toque el brazo. Luffy se mueve por instinto y defensivamente empuja a su compañero lejos de él.

—Lu... Luffy... —Chopper tartamudea, retrocede y sale corriendo de la habitación, dejando a Luffy con una inconfundible sensación de culpabilidad.

—¡Espera, Chopper! —Camina tras él, pero ya no está. Luffy lo sigue hasta fuera de la pequeña cabaña en la que se queda con varios de sus compañeros.

Fuera hace buen tiempo, incluso el aire es muy fresco, entonces, ¿por qué tiene tanto calor? Se tambalea un poco y nota que no es el único en el lugar, hay varios aldeanos cargando agua y comida, porque cierto, Wano está tratando de recuperarse después de tantos años de opresión.

¿Por dónde se había ido Chopper? Le ha perdido el rastro. Sabe el camino a la cocina, pero está tan perdido. Cree que hay personas hablándoles, son voces lejanas y amigables, que ignora porque realmente no hay un sentido correcto en su cabeza.

—Oe, Luffy, ¿qué le pasó a Chopper? —Es Zoro, tomándole del brazo. Zoro, quien nunca ha representado una amenaza para él y es su mejor amigo y primer oficial, de repente es tan molesto, su olor es... imponente y no lo tolera, su labio inferior tiembla y siente una burbuja ardiente en su pecho.

Se gira y antes de que Zoro tenga oportunidad de moverse, Luffy lo golpea de lleno en el rostro. Por más que desea detenerse, no puede, no cuando Zoro claramente se está poniendo a la defensiva contra él, o eso cree, porque tiene la idea de que el aroma de Zoro significa peligro.

Instintos (LuLaw)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora