Scorpion, en busca de venganza contra Quan Chi por la destrucción de su clan, se dirige al mundo exterior donde Quan chi estaba prisionero. Al llegar se encuentra con Mileena y Baraka protegiendo la celda del hechicero. Mileena, inicialmente confun...
Scorpion y Raiden aparecieron en el Earthrealm, emergiendo de un resplandor luminoso en medio de un claro en el bosque. La brisa fresca de la noche acariciaba sus rostros mientras se detenían para recuperar el aliento. El aura de Raiden brillaba con energía divina, mientras que Scorpion emanaba una oscura determinación.
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"Estamos en el Earthrealm, Scorpion", anunció Raiden, observando los alrededores con atención. "Este es mi dominio, y aquí estás a salvo de las amenazas de los reinos oscuros".
Scorpion miró a Raiden con curiosidad, preguntándole cómo sabía que el estaba en peligro.
Raiden se volvió hacia él con una expresión grave. "Como dios protector de Earthrealm, tengo la capacidad de sentir ciertas perturbaciones en los reinos. La oscuridad que rodea el Outworld ha estado creciendo, y puedo percibir el sufrimiento y la angustia de los que están atrapados allí. Mileena está en peligro, lo sé por las señales que he recibido".
Scorpion asintió, comprendiendo la explicación de Raiden. "Entiendo. No puedo permitir que nada le suceda a Mileena. Estoy dispuesto a enfrentar cualquier desafío para salvarla".
Raiden miró a Scorpion con un gesto serio, cuestionando su decisión de salvar a Mileena.
"Scorpion, entiendo tu deseo de rescatar a Mileena, pero ¿estás seguro de que es lo correcto?", preguntó Raiden, con una nota de preocupación en su voz. "Ella tiene un pasado turbio y ha sido una enemiga en el pasado. ¿Realmente crees que vale la pena arriesgar tanto por ella?".
"Entiendo tus dudas, Raiden, pero en este momento, Mileena necesita mi ayuda", respondió Scorpion con convicción. "No puedo abandonarla a su suerte, especialmente sabiendo lo que Shao Kahn planea hacer con ella. Todos merecen una oportunidad de redención, incluso aquellos que han cometido errores en el pasado."
Raiden asintió, reconociendo la determinación en los ojos de Scorpion. Sin demora, guió a Scorpion hacia donde se encontraban Liu Kang y Kitana, quienes entrenaban en un claro cercano. Al ver a Raiden acompañado por Scorpion, Liu Kang y Kitana detuvieron su entrenamiento y se acercaron, curiosos por la visita inesperada.
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