El resto de la semana, Yuuji y Megumi fueron enviados a misiones sin Nobara. Para compensar la falta, ella era enviada a misiones más sencillas y locales, por lo que podía pasar días enteros sin ver a sus amigos. Afortunadamente, a veces podía ver a los de tercer año, pero ellos también solían ser llamados a misiones, constantemente.
Todos los que conocía habían seguido avanzando de grado dejándola muy atrás.
Entonces solo le quedaba Hana, cuando no andaba tras Megumi y no porque no quisiera, sino porque Megumi permanecía ausente o Yuuji y él planeaban nuevas estrategias para evitarla.
Nobara no lo comprendía del todo. Hana no le parecía ser una mala persona, sino lo contrario, era amable y tonta como Yuuji, aunque mirarse las caras con ella todo el día no le parecía una actividad entretenida. Últimamente, así transcurrían sus horas, hasta que a Hana se le ocurrió romper el silencio de la peor manera que pudo hallar.
—Nobara, ¿a ti te gusta Megumi?
Nobara apartó la mirada su celular para centrar su atención en ella.
—¿De dónde sacas eso?
La rubia comenzó a jugar con sus dedos, con el rostro enrojecido y muy caliente.
—Pasan mucho tiempo juntos.
—Es mi amigo —le dijo—. Hana, ¿acaso no tienes amigos?
Hana tragó saliva y bajó la cabeza. Nobara hizo una mueca, reprochándose mentalmente por esa lengua filosa suya, y se estiró en el sofá para levantarse e ir con la otra muchacha.
—Está bien —Hana la detuvo—. Lo que quería decir era que Yuuji siempre te ha extrañado mucho. En el tiempo que pasé con ellos, no dejaba de hablar de ti y preocuparse por tu estado temiendo que no fueras a despertar e incluso, me convirtiera en un reemplazo tuyo. A veces prefiero hacerme la tonta, y fingir que no sé nada, pero creo que por ese motivo, no le agrado mucho. Con Megumi, es distinto. Muy pocas veces había escuchado tu nombre salir de su boca, pero creo que te añoraba demasiado, en silencio, esperando a que despertaras. Lo noto en su mirada... Él... no ha vuelto a ser el mismo desde lo que pasó con Tsumiki y creo que una de las pocas cosas que lo mantuvieron con vida, aparte de salvar a Yuuji y liberar a Satoru Gojo, era la esperanza de que tú volvieras a estar con ellos y esto es algo que me duele porque él es mi predestinado. Desde que era muy pequeña, me prometí hacerlo feliz y yo quería ser esa luz que animara su vida, pero al parecer, me has ganado tú...
—Hana, ¿a ti te gusta Fushiguro? —Nobara la observó fijamente, por lo cual Hana asintió con timidez y volvió a agachar la cabeza—. Mira, él y yo somos amigos... más que todo por Itadori... y porque cursamos algunos meses del primer año juntos. La verdad, no hemos hablado lo suficiente y, a pesar de que lo aprecio y compartimos algunas cosas como la pasión por los chismes, no sé más de él que tú o Itadori. Como se lo dije a Yuko Ozawa alguna vez, jamás miraría a alguno de mis amigos de esa forma. Ni aunque el cielo y la tierra... ¡Auch!
Nobara se llevó la mano al pecho, sintiendo su corazón muy acelerado. ¿Esa arritmia cardíaca de nuevo? No podía ser, puesto que la que estaba sintiendo en ese momento era muy diferente a lo que sintió aquel día del café.
Esta arritmia era más fuerte, como si estuviera a punto de perforarle el corazón o hacerlo explotar dentro de su cuerpo.
—¡Nobara! —el ángel exclamó poniéndose de pie para sostenerla—. ¿Qué te sucede? ¿Estás bien?
La castaña cayó al suelo de rodillas tratando de regular su respiración.
—Jaja sí, lo estoy. Tranquila, ya se me está pasando —le dijo y con esfuerzo, se volvió a sentar—. Hana, soy una amiga y deberías aceptarme como tal. La verdad, todo lo que dijiste me pareció un poco ridículo y cursi, pero pienso ayudarte. Yo quiero a Fushiguro, como amigo claro, y confío en que lo harás muy feliz. Él está buscando a una chica de carácter fuerte e inquebrantable, ¿sabes? Tú puedes ser esa chica.
—¿Lo crees?
—No lo creo, lo sé —Nobara le sonrió alzando el mentón, orgullosa de sí—. Tú confía en mí. Hablaré con Fushiguro y verás como caerá rendido ante ti. Ahora cuéntame más sobre esa historia de amor entre ustedes, ¿cómo así te enamoraste de él? Me dijiste que te salvó la vida cuando eras muy pequeña, pero cuéntame más con lujo de detalles. ¿Tuviste otro encuentro antes con él? Quizá pasó algo que desconozco. Dime con toda confianza. ¿Qué es lo que más te gusta de Fushiguro? ¿Sabes que a veces tiene un carácter de perros? ¿No...?
—Bueno...
Unos manotazos se replicaron en los muros, seguidos por el deslizamiento de unas suelas mojadas. Ambas se giraron en el momento preciso en que Yuuji se apareció por los pasillos, mojado y cojeando, con los brazos colgando en la pared y el uniforme destrozado.
—¡Itadori! —Nobara corrió hacia él y tocó su cara notando su cicatriz de Shibuya enrojecida y otros cortes sangrantes más pequeños en su piel—. ¿Qué te ha pasado? ¿Dónde está...?
—¡¡Megumi!! —Hana se incorporó.
El largo silencio de Yuuji la llevó a llorar. Sus ojos verdes fueron empañados por espesas lágrimas y Hana no pudo contener más un grito profundo y desesperado.
Nobara sacudió a Yuuji.
—Oye dime, ¿dónde está Fushiguro? —lo soltó y se puso a rondar por toda la habitación—. ¡Fushiguro! ¡Fushiguro! —lo llamó, con los ojos brillantes.
Entre la sombra, que separaba el ambiente donde estaban del pasillo, se asomó una cuarta figura. El corazón de Nobara brincó de alivio, así como ella directo a sus brazos.
—Yuuji está afónico. Nos dio la lluvia y se la pasó hablando todo el viaje, ya lo conoces —Megumi sostuvo a Nobara de la cintura—. ¿Por qué eres tan exagerada?
Nobara abrió la boca, lo miró con furia y le asestó un golpe en la mejilla.
—¿Exagerada yo? Pensé... pensé qué —gruñó frunciendo el ceño—. Eso ya no importa, supongo que ya estás muy acostumbrado a las misiones de alto riesgo. Perdón por preocuparme, par de tontos. Como si no hubiesen vuelto tan matados.
Nobara se retiró, dando pisotones, y Yuuji miró a Megumi con extrañeza.
—Ya la conoces —éste suspiró—. Tiene un carácter muy fuerte.
Hana se secó las lágrimas y sonrió.
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Volverte a ver┊FushiKugi
FanfictionUnos meses después del Incidente de Shibuya, Kugisaki despierta encontrándose con un mundo de la hechicería muy diferente a como lo dejó, por lo que Fushiguro, en ausencia de Itadori, deberá ayudarla a adaptarse a todos los cambios. POST SHIBUYA SEM...