Un ángel viviendo en la calle infierno. ★ Taekook ★

Una mala decisión.

—¿Me repites tu nombre, por favor?

—Jungkook. —Soltó de aquellos labios tan bonitos que Taehyung quería besar.

—¿Quieres algo de beber? —Taehyung sacó su tarjeta para pagarlo, pero Jungkook se la quito de las manos y pidió por los dos.

—Dame tu especialidad, Mark.

—Con gusto, Jungkook. —Le respondió con familiaridad, luego le entregó las dos bebidas. —Dos especiales número 7 listas.

—¿Te gustó? —Fue lo que dijo Jungkook mientras veía a Taehyung dando un sorbo. —Porque no tengo ni idea de lo que le haya puesto al tuyo.

¿Qué cosa?

—¿Cómo? —Inmediatamente dejó de tomar el trago, tenía muy sabor pero podría tener alguna pastilla que lo hiciera dormir. —Es un trago especial, Mark y yo lo invetamos, pero aunque todos tienen la misma base, él le añade otro ingrediente que no se repite en otro cliente por este día.

—¿Por eso es especial?

—Exacto, porque solo existe uno por esa noche. Todos los demás que están en la carta son las bebidas más cómunes. —A Jungkook le gustaba jugar, de eso se dio cuenta. —Tómalo con confianza.

A Taehyung eso le pareció extraño, pero pensó que ese era un precio justo si quería seguir hablando con Jungkook.

—¿El tal Mark y tú son cercanos?

—Sí, ¿por que preguntas?

—Lo vi sonriéndote.

—¿Y te molesta eso o qué? —No debía ser serio, por eso Jungkook se lo tomó a juego. —Él solo me está cuidando, se asegura de que nadie me ponga nada en el trago. —Eso era razonable. —No tienes idea de cuantas veces he visto que actúan de esa forma, es tan desagradable. Si dijo no es no.

—Pero, ¿y si él te traiciona?

—Yo confío en él, nunca me haría eso, no le conviene.

Taehyung quiso hablar sobre eso, pero después terminar las bebidas, salieron a bailar, más tarde un artista local llegó y empezó a tocar su música, Jungkook era fan de él y agradecía volver a verlo.

Se quedaron ahí hasta que eran las 2 de la madrugada, pensó en invitar a Jungkook a salir otro día en un lugar diferente, pero no quería arriesgarse por ahora ya que tal vez era una especie de advertencia cuando le hablo de Mark y el cuidado que le daba.

Pero la siguiente semana también acudió al club y lo encontró allí, en el mismo lugar en el que habían bailado la otra noche y se veía más hermoso que la otra vez. Estaba brillando, en todo el sentido de la palabra y sin que se diera cuenta pasaron casi tres meses desde la vez que se conocieron, Taehyung estaba encantado con él sin lugar a duda y ansiaba decirle que le gustaba. 

¿Cómo no hacerlo? ¿Cómo no enamorarse de Jungkook? Él era muy atractivo físicamente y su personalidad era increíblemente atrapante. No podía engañarse a sí mismo, no podía dejar de pensar en él, así que pensaba hacer un nuevo intento e invitar a Jungkook a reunirse en un lugar diferente, pero justo cuando iba a decírselo, Jungkook dijo: —Taehyung, ¿quieres coger conmigo?