“Promesa”No fue el canto de los pajarillos lo que la despertó como solía pasar todas las mañanas, nada de eso. Hikari rodó sobre su propio cuerpo solo para encontrar a cierto chiquillo golpeando su balcón, con las mejillas pegadas al frío vidrio de la puerta. Rodó los ojos antes de levantarse con una sabana al rededor de sus hombros.
El Uchiha cayó sobre el suelo de madera cuando la menor abrió la puerta. —¡Eso fue grosero! —Lloriqueo mientras se levantaba sobando su nariz.
—¡Callate! —Ella puso sus manos rápidamente sobre los labios del menor. —Kushina nee-chan sigue dormida.
—¡Pero gritaste más fuerte tu!
—¡Yo no estoy gritando, tu estas gritando!
El sonido de los suaves murmullos se la Uzumaki mayor, mientras aún dormía, los hizo entrar en razón y de inmediato se miraron con terror.
—Ve a cambiarte para ir al campo de entrenamiento, Minato-Sensei tiene una misión de unos cuantos días, así que podremos entrenar sin Kakashi parloteando lo grandioso que es. —Una risilla salio de los labios de la pelirroja antes de tomar un par de ropas para después de unos minutos salir del baño lista.
—Tenemos que volver antes de las diez, a esa hora despierta Kushi...
—Si, si, lo se. —Habló tomando su mano. —Por eso vine por ti temprano.
—¿Qué hora es?
—Son las cuatro de la mañana ¿por qué?
—¡Tonto! ¡No hay nada peor que despiertes a una chica que no ha dormido mínimo ocho horas! —Golpeó levemente la nuca del azabache antes de que ambos salieran de la habitación por el mismo lugar donde había llegado el mayor.
—¿Al menos sabes bajar? — Preguntó.
—¡Por supuesto que si! —Una gotita de sudor bajo por la frente del niño en cuanto la vio intentar bajar primero un pie y tocar el suelo.
—¿Hikari-chan? Estamos en un segundo piso, baka.
—Oh.... cierto.
.
.
.—¿Qué están haciendo aquí?
—La pregunta es ¿qué están haciendo ustedes aquí? —Devolvió el Hatake. —Rin y yo venimos normalmente temprano para entrenar cuando no hay nadie. Pero ustedes...
Los ojos oscuros del Uchiha chocaron con los azulados de la Uzumaki. —Pues... ¡Pues también vinimos por eso mismo!
—¿A las cuatro de la mañana? ¿Con el permiso de Kushina-san? —Nuevamente sus miradas se cruzaron.
—¡S-Si! P-Por supuesto, ella nos dio permiso.
Kakashi entrecerro los ojos sin creer la escusa tan boba. —Espero que sea así, por que de lo contrario...
—"Estarían rompiendo las reglas", lo sabemos, lo sabemos, ahórrate el sermón. —La menor paso por su lado para acercarse a Rin. —¡Buenos días, Rin!
—¡Buenos días, Hikari-chan!
Los cuatro niños se pusieron a hacer lo suyo, con Obito y Hikari tomando un entrenamiento menos serio, entre risas y chistes malos. Rin por su parte sostenía un pequeño libro sobre medicina quirúrgica y Kakashi... bueno ya lo conocen, el simplemente estaba entrenando el sólo.
Más tarde, los primeros dos retiraron a casa de la pelirroja, no sin antes de despedirse de sus amigos. El azabache se fue con la promesa de volver más tarde para llevar a la Uzumaki a su hogar para que conociese a su abuelita.
Y así fue, luego de renegar unos minutos con Kushina mientras su hermana menor se cambiaba, ambos partieron hasta el distrito Uchiha. Es obvio que los murmullos no se hicieron esperar, por supuesto al ver a Obito, -quien era considerado como una oveja negra para su clan- con una chica y no con cualquiera, una Uzumaki.
Finalmente los pequeños llegaron a la casa del mayor con una sonrisa.
—¡Estoy en casa! —Anunció el de ojos oscuros. Ambos se sentaron en el escalón de la entrada para retirar su calzado.
—¡Estoy en la cocina, hijo!
—¡Hola, abuelita! —Saludo el chico acercandose. —Ella es Hikari.
Tímidamente, la de orbes verdosos se acerco a la ancianita, quien no tardo en apretar sus mejillas. —¡Por fin traes a una muchacha! ¿Es tu novia? —Ambos se sonrojaron hasta las orejas, el niño intento negar rápidamente con las manos.
—¡N-No!
—¡No seas tímida, muchacha! ¿Cómo te llamas? —El azabache se golpeó mentalmente, pues acababa de decirle el nombre de la invitada.
—S-Si, lo siento. M-me llamo Hikari, Uzumaki Hikari.
.
.
.—¡Andale, dime quien te gusta! No le voy a decir a nadie. —Pidió la pelirroja ante el nerviosismo de su amigo.
—¡No puedo! Me da pena.
—¡Entonces lo voy a adivinar! —Colocó su mano sobre su barbilla mientras se movía con entusiasmo sobre el futon. —¡Kurenai! —El negó. —¡Rin! —No hubo respuesta. —¿¡Te gusta Rin?! —Preguntó obteniendo las manos de su amigo sobre su boca.
—¡No lo grites tan fuerte!
—Supongo que era un tanto predecible ¿no? Siempre la estas mirando y te sonrojas cada que ella te hace un cumplido. Pero no le voy a decir a nadie.
—¡Gracias!
Un par de platicas y golpes al aire, historias familiares, jutsus nuevos. Y distintas cosas más. Ambos terminaron tumbados en la cama luego de comer varias bolsas de frituras, sostenían sus estomagos con dolor entre risas.
—¿Obito? —Llamó ella.
—¿Si?
—Te prometo que siempre serás mi mejor amigo.
El adolescente se quedó pasmado unos segundos antes de girar su cabeza hacia su amiga. —Yo prometo cuidarte para siempre.
—¿Lo prometes?
—Lo prometo.
Ambos niños extendieron su meñique y sellaron su juramento de la forma más inocente posible. A Hikari le hubiera gustado que el pudiera cumplir su promesa y a Obito le hubiera gustado nunca prometerlo.
Pero supongo que el hubiera no existe ¿cierto? Nunca prometas cosas que no vas a cumplir. Tal vez por eso el fue tan cobarde y no la mató cuando protegía con su vida al Jinchūriki del kyubi, tal vez por eso ella se negó a creer que el hombre enmascarado era su mejor amigo, ese que había fallecido hace años, aun cuando su chakra le llamaba la atención y era extrañamente conocido.
Y quizás en otra vida todo pudo terminar, quizás y solo quizás, si no hubieran cometido tantos errores todo hubiese salido bien.
O eso quizo creer ella en cuanto la estúpida máscara cayó frente a sus ojos. Pero... aun no llegamos a ese momento ¿sabes?
ESTÁS LEYENDO
𝐑𝐔𝐍𝐍𝐈𝐍𝐆 𝐀𝐖𝐀𝐘 - Hatake Kakashi.
FanfictionUna vez que lo pierdes casi todo, solo puedes querer tomar lo único que te queda como un ancla. Pues para Kakashi no era así. Para el, cualquier cosa a su al rededor se derrumbaba. Tras perder a todo su equipo y su padre, tomó la decisión de alejars...