En una ciudad dividida y gobernada por distintos bandos y organizaciones criminales Aiko la esposa de un temido y poderoso mafioso se ve envuelta en un amorío con uno de los más poderosos ejecutivos de la organización criminal más grande y poderosa...
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Ya estabas totalmente lista para ir al lugar que habías acordado con tu amiga Minami, habían sido amigas desde la universidad, ella es la hija de un magnate muy importante y hace unos años se había ido al extranjero por su trabajo, era muy linda y ambas se consideraban mejores amigas apesar de la distancia pues no habían perdido contacto del todo, aveces se llamaban y pasaban horas platicando. Era una de esas amistades que aunque no se hablarán por semanas el cariño no cambiaría por nada y ambas estaban siempre ahí por si la otra lo necesitaba.
Y cuando Minami volvió a Japón lo primero que pensó fue que quería volver a verte y obviamente que tú también la querías volver a ver después de tanto tiempo.
Ella sabía tu situación con Tatsuya y a pesar de que lo conocía, ahora lo odiaba, y cuando tú estabas mal por el, ella quería venir a verte y apoyarte en lo que sea pero su trabajo no se lo permitió, a pesar de eso ella siempre te llamaba y te regañaba si no habías comido, era como tu hermana mayor...
Aún era temprano pero decidiste salir antes para pasar a comprarle un obsequio antes de verla pues no querías llegar con las manos vacías al reencuentro con tu mejor amiga. Compraste una cadena muy linda plateada con un diamante incrustado justo en el medio. Conocías muy bien sus gustos y sabías que le encantaría.
También pasaste a enmarcar una foto de ustedes dos juntas para después envolver todo para la sorpresa.
En cuanto a la ropa no llevabas algo tan formal, era un top con encaje color negro y un pantalón recto color vino, un saco en la parte de arriba y unas zapatillas altas de color negro.
Ya habías llegado al lugar, era un lugar elegante y lindo, no era muy tarde, eran por ahí de las 5 de la tarde y te sentaste en la mesa que habías reservado con anticipación.
Esperaste unos minutos sentada pero Minami no había llegado aún, el mesero se acercó y pregunto si gustabas pedir tu orden a lo que respondiste que aún no por que aún no llegaba tu acompañante.
Cómo aún no llegaba tu amiga decidiste ir un momento al baño para hacer tus necesidades y arreglar un poco tu maquillaje.
En el camino al baño no pusiste mucha atención en las cosas alrededor, no había necesidad pues ya habías venido un par de veces aquí.
Estabas terminando de lavar tus manos, cuando viste salir de un cubículo a una mujer rubia de ojos azules no muy alta por el reflejo de el espejo frente ustedes. Te estabas retocando el labial cuando ella se acercó para lavarse las manos en el lavamanos a un lado de ti. No sabías por qué, ni de dónde pero extrañamente el rostro de aquella mujer se te hacía familiar de algún lado.
--Ay no. -- Habló la mujer con un tono de voz un poco chillon mientras te veía fijamente con los ojos un poco más abiertos de lo normal. Cosa que te incomodó un poco.
--No me diga que usted es Aiko Nakamura. La de los vestidos. -- Dijo en un tono de sorpresa a lo que tú solo reíste un poco pues te pareció un tanto chistosa esa escena.
