𝑉𝐼𝐼

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El Haitani te ayudo a acomodarte en aquel amplio sillón y no duró mucho en volver a besarte, te ayudó a quitarte la ropa poco a poco, empezó a bajar tu pantalón, tu alzaste las caderas para facilitarle un poco el trabajo, también lo ayudaste a des...

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El Haitani te ayudo a acomodarte en aquel amplio sillón y no duró mucho en volver a besarte, te ayudó a quitarte la ropa poco a poco, empezó a bajar tu pantalón, tu alzaste las caderas para facilitarle un poco el trabajo, también lo ayudaste a desabotonar su camisa blanca, en todo momento ninguno cortaba el contacto visual, cosa que hacía más tensa la situación, su saco y corbata se los había quitado el hace un rato dejando tus bragas negras a la vista, pudiste ver cómo se mordía el labio inferior mientras analizaba detenidamente estas.

También te ayudo con el detallado top que llevabas puesto y ahora solo estabas en ropa interior bajo aquel pálido hombre. En un rápido movimiento desabrochaste el sostén a juego que tenías dejando al aire tus pechos. El Haitani no dudó ni un segundo en lamer detenidamente uno de ellos, succionaba uno de tus pezones mientras con su mano libre lamía uno de ellos y tú solo soltabas leves suspiros.

La sensación del tacto de tu cuerpo desnudo contra el contrario te estaba volviendo loca, ese hombre despertaba hasta tus más impuros y oscuros deseos, te estaba volviendo loca.

Ahora las posiciones se habían invertido de nuevo.
Tu estabas sobre el mientras el estaba sentado en el sillón. Seguía entretenido como un bebé en el pecho de su madre iba dejando algunas marcas alrededor de los pezones y en tu cuello, poco a poco iba a subiendo sus besos hasta llegar a tu mandíbula, dejó un suave beso en la orilla de tu rostro y se detuvo un momento a observar tu rostro excitado por la situación en la que estaban.

-- ohh mierda, tan hermosa...--No esperó mucho para volver a comerte la boca, tu le acariciabas el pelo mientras hacias fricción en sus intimidades y sentiste que estaba demasiado duro. -- Espera preciosa, ve quitándote esas lindas bragas si no quieres que las rompa yo mismo. -- dijo mientras te dejaba a un lado y se dirigía a un mueble que había en aquella habitación, tú acataste la órden rápidamente y volteaste a verlo, viste que había sacado unos cuantos condones y justo ahora abría uno con la boca mientras se acercaba nuevamente a tu dirección.

-- Y sigues diciendo que no traes a muchas aquí.-- dijiste con una leve sonrisa de lado mientras acariciabas tu intimidad ya húmeda.

-- Ja, ¿celosa? princesa. -- dijo mientras se colocaba el condón justo frente a ti y se dio cuenta de los movimientos que hacías con tu mano y su sonrisa de desvaneció. -- Oh no, espera no te desesperes lindura.-- dijo tomando tu mano toscamente y separándola de ahí.

Remplazó el lugar de tu mano con la suya y se dio cuenta de lo húmeda que estabas, acariciaba tu clítoris con movimientos circulares mientras que con la otra mano se masturbaba a si mismo. Tu soltabas leves gemidos sonoros al sentir su tacto frío en tu intimidad.

--Ohh vamos, no te contengas preciosa. -- Disfrutaba de los ruidos que escapaban de tu garganta.

-- Mierda metela de una vez. -- dijiste desesperada y con un color granate en las mejillas por la excitación y pudiste ver un pequeño brillo en sus ojos.

" CROSSED LOVES ".   (Ran haitani) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora