3. Hi, Mimi

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Claramente Emma no se esperaba que Logan le tomara el pelo de esa forma. Y mucho menos con ese apodo tan feo con el que la solía llamar desde que se conocieron.

"Casualmente" el niño entró, por no decir, invadió su habitación hacia unos años. Descubriendo un sinfín de peluches de Minnie Mouse, así es, esa ratoncita de vestido rojo y novia de Mickey Mouse. La pequeña obsesión no pasó desapercibida por el muchacho y decidió que Emma sería 'Mimi' a partir de ese momento, molestando a la chica con el constante recuerdo.

Emma volcó los ojos al regresar su mirada a Logan y ver que este le sonreía burlonamente. Ahora entendía la insistencia del beep todo el día.

- ¡Oh, Logan! Cariño, mira quien está aquí.

Pareciera que nadie en la sala notó la incomodidad de Emma y lo divertido que se encontraba Logan al verla así de irritada. El rubio se acercó a ella y audazmente, estiró la mano para saludarla cual hombre de negocios. Emma, en modo repele, no quería ni tocarlo por miedo de que tuviera algún sucio truco bajo la manga, pero tampoco era como si pudiera escapar de los cinco pares de ojos que la observaban esperando el próximo movimiento.

Rápidamente Emma sacudió la mano del chico frente a ella. Y sin previo aviso, Logan la acercó ligeramente hacia su cuerpo para darle un beso en la mejilla.

Al finalmente devolverle su espacio personal a Emma, esta misma pudo ver la picardía en los ojos del muchacho, que se encontraba sonriendo 'cortés' ante los adultos presentes. La menor solo tenía pensamientos violentos contra él.

- ¿Gustan algo de tomar mientras esperamos la cena? - pregunta Emily, a la par que Richard se acercaba al carrito de bebidas.

- Un martini seco. - responde ansiosa Shira.

- Un long island, por favor. - pide Honor mientras toma asiento.

- ¡Emma! Ve a la casa de la piscina, parece que no hay ginebra de este lado. - pide Richard a su pequeña hija aún mirando el contenido del mini bar con ruedas.

Emma asiente ante la orden y cuando pretende salir de la sala del estar, la voz de Shira la detiene.

- Logan, acompaña a Emma por favor, sé un buen invitado.

Como si le hubieran prendido un cuete en el culo, Emma apresuró el paso con Logan pisándole los talones. En el instante en que pasaban por el costado de la piscina, el chico la agarro de la cintura con el fin de darle un buen susto. La rubia con un buen empujón se separó al segundo mirándolo furtivamente.

Nonsense | Logan HuntzbergerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora