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"No es lo que piensas," Max dijo, mientras seguía a Charles dentro de su estudio. Se habían asegurado de que nadie más viera a Sergio irse del jardín junto a Charles, antes de que Max usara una puerta de servicio para regresar a Aubrey Hall.

Charles, por su parte, ni lento ni perezoso, se acercó a la mesa en donde habían colocado una variedad de bebidas alcohólicas, y se sirvió un poco de cognac.

Charles se bebió el cognac antes de contestarle a Max, "Estoy intentando no pensar en ello," replicó.

"Charles–"

"¡Ibas a cortejar a su hermano!" le recordó Charles, aunque sabía que Max no necesitaba que se lo recordaran. "¡Ni siquiera le has pedido una cita!"

"Tengo cada intención de intentar remediar eso," Max se defendió.

Charles frunció su ceño tan fuerte, que a Max le preocupó que la expresión de su hermano permaneciera así para siempre. "¿Por qué?"

Max parecía genuinamente sorprendido ante la pregunta. "¿Por qué? ¡Porque lo he decidido! ¡Porque tengo honor!"

"¡Y yo había decidido, el año pasado, que me casaría con el príncipe, hasta que me atrapaste con Carlos en el jardín de Trowbridge, en circunstancias muy similares!" Le reclamó Charles.

"Similares solamente en que yo soy un alfa, y el joven Pérez es un omega."

Charles entrecerró sus ojos, mirando a su hermano con sospecha. "Y estaban solos. Muy cerca el uno del otro."

"Ah, pero hay una diferencia significativa – nada, de hecho, pasó," Max respondió, su expresión neutral, pero sus ojos delataban que sabía que lo que le decía a su hermano no era, totalmente, la verdad.

Charles se rió por lo bajo, una risita que indicaba que no creía nada de lo que Max le estaba diciendo. "Es obvio que sientes afecto por el joven Pérez, aunque quieras negarlo. Parece que ustedes dos no pueden estar lejos el uno del otro."

"¡Porque él es muy irritante! ¡Y yo no lo amo" Max susurró con furia. Charles se limitó a pestañear ante las palabras de su hermano – el usualmente estoico Max Emilian, reducido a un niño berrinchudo. Y todo había sido provocado por un omega cuyo nombre era Sergio Pérez.

"Yo nunca hablé de amor," Charles observó. Max hizo una mueca de asco, antes de acercarse a la mesita para alcanzar el gin. Se sirvió un vaso que dejó vacío en tres tragos.

Charles realmente nunca lo había visto tan afectado por las emociones que una persona le hacía sentir. Como la cabeza de la familia desde que su padre había muerto, Max siempre había cuidado su temple – Charles no podía recordar la última vez que había visto a su hermano mayor ser tan vulnerable. No de verdad – su hermano no era alguien que ocultara sus emociones. Pero sus sentimientos, esos los mantenía guardados muy cerca de su corazón, en un lugar en el que rara veces dejaba a las personas entrar.

Y era por eso que no podía quedarse callado. Max era muy orgulloso, y necesitaría un empujoncito para ver que solamente se estaba engañando a sí mismo, antes de que fuera demasiado tarde.

"Es obvio que hay algo entre ustedes. Y sé que esto no es lo que tu desearías, pero debes ser honesto contigo mismo, porque estos sentimientos siempre salen a la luz, de una manera u otra." Le advirtió Charles.

"¿Y qué tipo de sentimientos son esos?"

Charles pareció desconcertado ante esa pregunta. "Pues – amor."

Max pausó, obviamente sorprendido ante el atrevimiento de Charles de ponerle nombre a lo que sentía por Sergio Pérez. Miró a su hermano, y cuando apartó su mirada, suspiró. Asintió para sí mismo, y miró a Charles de nuevo. "Entonces sé lo que debo hacer."

blank space [chestappen]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora