"Bien–" dijo Patricio.
"Bueno–" dijo Max, al mismo tiempo.
Ambos no pudieron evitar compartir una risita incómoda ante el hecho de que habían decidido hablar al mismo tiempo. La atmósfera era completamente distinta a la última vez que habían tenido una reunión de té para conocerse mejor.
Max no tenía ni idea que tanto él como Patricio habían reflexionado acerca de lo que significaba continuar con esto.
"Usted primero," dijeron, al mismo tiempo. Se volvieron a reír, pero Max hizo un ademán para que Patricio pudiera seguir hablando.
"Lord Verstappen, de nuevo deseo agradecerle por su hospitalidad. De verdad, he sido muy feliz conviviendo con usted y con su familia. Es usted un caballero en todo el sentido de la palabra," dijo Patricio, siempre cuidadoso con sus palabras. "Lo he pensado mucho. Y sé que usted podría darme un futuro seguro y feliz, pero–"
Nunca antes había sido Max tan feliz al escuchar un pero.
"Pero creo que usted y yo siempre hemos de ser espléndidos amigos. Odiaría que esto arruinara nuestra amistad, y que me alejara de su familia," Patricio estaba rojo como un tomate. "Por favor, perdóneme el atrevimiento de hablarle así de francamente. Solo deseo que pueda encontrar en su corazón el perdonarme, por todo."
Max, sabiendo que no sería apropiado sonreír, se mordió el labio, y negó con su cabeza. "No, no. Por favor, joven Patricio. Discúlpeme usted a mí. Un caballero no le habría hecho perder el tiempo. Soy peor que escoria." Dijo, sinceramente. Se sentía como basura. Sergio había tenido razón – si a un hermano de Max le hicieran lo mismo, Max habría retado a un duelo al alfa lo suficientemente estúpido como para jugar con su hermano.
Sergio. Max no quería pensar mucho en él todavía – y sin embargo, eso hacía, desde la mañana anterior en donde Sergio lo había consolado, a pesar del gran disgusto que Max le había provocado.
Sergio, que solo deseaba lo mejor para su hermano y que nunca más volvería a dirigirle la palabra después de esto. Max debería estar feliz ante esa posibilidad, pero se sorprendió al pensar en que no le gustaría dejar de molestar al joven Pérez tan pronto.
"Le pido una sincera disculpa por no tener claras mis intenciones antes. Yo espero que esta amistad dure por muchos años," le dijo Max, ofreciéndole una pequeña sonrisa. "Sería para mí un honor que nos considerara familia."
"Deberíamos pensar que esto solo nos ha hecho más codiciados, ¿quizás?" bromeó Patricio. Max se permitió una pequeña risa. "¿Amigos?" Patricio ofreció su mano.
Max la tomó y la sacudió. "Amigos. Este baile comienza de nuevo," añadió Max, sin esconder su hartazgo ante el conocimiento de que, esa noche, le harían bailar con tantos omegas que no sentiría los pies a la mañana siguiente. "Y me temo que, aunque seamos amigos, su hermano me detesta tanto que no nos permitirá ni comunicarnos por señales de humo."
Patricio rió, "No, no. Sergio entenderá, no se preocupe." Patricio dijo, y lo miró con unos ojos que Max no podía descifrar, como si supiera un secreto que no le contaría a Max. "No se preocupe. Sergio entenderá." Repitió.
Max encontraba difícil de creerlo.
"Mi hermano tiene un corazón muy grande," dijo Patricio, de nuevo, esta vez tocando suavemente el hombro de Max. "Estoy seguro de que, al saber que ha sido una decisión mutua, no podrá odiarlo."
Patricio, cegado por su amor fraternal, subestimaba la capacidad de Sergio de odiar. O el espacio que podría haber en su corazón para un canalla como Max.
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blank space [chestappen]
RomanceSergio, un omega, está dispuesto a aguantar la temporada de cortejo si eso significa que podrá ver a Patricio, su hermano, casado con un alfa que pueda cuidar de él como merece. Max Verstappen tendrá que caminar sobre el cadáver de Sergio antes de q...