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got lovesick all over my bed

Un pequeño extra que escribí hoy mismo en cuanto lo pensé. Max y Checo ya están comprometidos, pero Max está experimentando su celo. Prometo intentar escribir aunque sea algo sobre la boda o sobre la noche de bodas jdnfjksnf

"Debo advertirte", dice Max, en medio de uno de sus paseos acompañados por el parque. Checo va tomado de su brazo, con su aroma a jazmín y lluvia especialmente seductor ahora que no tiene que tomar las hierbas que ocultan su esencia, debido a su compromiso con Max.

El que Max sea tan consciente de la esencia de Checo es probablemente una buena señal de que se acerca el celo de Max. Está necesitando cada gramo de autocontrol que posee para no enterrar su cabeza en el cuello de Sergio y morderlo. "Mi celo se acerca. No nos veremos durante unos días. Una semana, como mucho". Realmente espera que su celo no dure tanto, pero no sabe cómo le irá; es la primera vez que tiene a un omega extremadamente compatible pasando tanto tiempo con él, y también la primera vez que no buscará la presencia de algún beta que le ayude con lo peor del periodo de celo.

Checo debería, por supuesto, escandalizarse por la manera tan grosera de Max de sacar un tema de conversación tan descortés. Sin embargo, su omega y futura esposa nunca ha sido de los que hacen lo que se espera de él. "¿Quieres que te ayude?" pregunta Checo.

Ahora es Max quien se escandaliza. "No, no, no pretendía insinuar...". Supone que le está tomando el pelo cuando Checo empieza a reírse. "Te gusta verme sufrir. Simplemente quería que lo supieras, para que no pienses que me niego a reunirme contigo o algo por el estilo". Es verdad; se lo habría hecho saber a Checo de un modo u otro, pero sabe que Checo aprecia su naturaleza honesta y su capacidad para ser franco. Entonces, había decidido decirle de frente acerca de su... situación.

Checo asiente y entrecierra los ojos con desconfianza. "¿Lo dices para que yo...?", le falla un poco la voz. Se aclara la garganta. "Sé que algunos Lords buscan compañía para su... momento del mes," dice. Ya no mira a Max.

A Max le duele el corazón al pensar que Checo se tortura imaginando que Max simplemente no tomaría en cuenta su opinión para algo así. "Oye, oye", dice en voz baja. Si fuera apropiado, usaría su mano para tomar la mandíbula de Checo y redirigir su mirada hacia Max. Pero tal y como están las cosas, ya han sobrepasado los límites de lo que se considera apropiado para una pareja de prometidos. "No hay nadie más. Nunca podría haberlo," admite.

La línea de los hombros de Checo se relaja visiblemente. "Sé que no lo hay porque te asesinaría," bromea Checo.

Ahí está. El feroz omega que conquistó su corazón a pesar de que solían – y siguen haciéndolo de vez en cuando – pelearse como perros y gatos. "Sería un escándalo," señala Max. "¿Cómo habría una boda sin el novio?".

"Encontramos otro novio," dice Checo con descaro. Se ríe ante el gruñido bajo de Max. "Bueno, sólo... ten cuidado," se aventura Checo. Aprieta el bíceps de Max en un gesto afectuoso. Su preocupación es genuina, Max puede notarlo debido a que su aroma se tiñe por un momento con la amargura de la preocupación.

Su paseo está llegando a su fin y, a pesar de su deseo de pasar la mayor parte de su día con Checo, Max sigue siendo un vizconde con obligaciones que atender. Mirando hacia atrás, Fernando parece conversar enérgicamente con el criado beta que su madre insistió en que también les acompañara. Van varios pasos por detrás, así que cuando Checo y él se acercan a la entrada del parque – el lugar desde el que iniciaron su paseo – Max se detiene en seco, se gira hacia Checo y le coge la mano para besarle suavemente los nudillos.

Sabe que es un atrevimiento de su parte, pero desea que no haya duda en el corazón de Checo de que Max nunca dejaría que sus necesidades carnales nublaran su amor por Checo. "Pensaré en un omega molesto que conozco," susurra. Checo deja caer su mano al costado, la punta de sus orejas enrojecidas.