Después de un largo camino en silencio, por fin llegaron a la habitación de Tartaglia. Te sentó en la cama con cuidado mientras examinaba tu estado.
T/N: -Gracias... - susurraste, todavía temblando por la experiencia.
Tartaglia se mantuvo en silencio por un rato, perdido en sus pensamientos. Con un nudo en la garganta habló.
Tar: -Perdóname... debí protegerte mejor... debí quedarme a tu lado...
T/N: -Aunque quisieras no puedes estar siempre conmigo, tienes que cumplir con tus obligaciones -intentaste animarlo, aunque fuiste tú la que aconteció todo, él era el que se sentía más culpable.
Tar: -Aún así... mírate... estás... echa un desastre...
Te miraste de arriba a abajo, y por un momento recordaste la palabra vergüenza.
T/N: -Creo que necesito un baño con urgencia -dijiste avergonzada de tu apariencia desaliñada.
Tar: -Es lo mejor -echo una risita.
Te dirigió al baño y empezó a llenar la bañera.
Tar: -¿Puedes tú sola? -preguntó, dándote su brazo para apoyarte.
T/N: -¿y si digo que no?
Tartaglia no lo pensó dos veces, con cuidado te levantó para llevarte al baño como una princesa.
T/N: -¡Estaba bromeando! -intentas aclarar.
Tar: - No estoy de humor... además, me preocupa tu estado, déjame ayudarte.
En momentos tan vulnerables como estar recostada en una bañera era mejor estar sola, pero él no era tu enemigo, con verlo a los ojos sabes que no te haría daño por nada del mundo.
Asientes mientras retiras tu ropa. Tartaglia fue a comprobar el agua de la bañera y cuando todo estuvo listo te ayudo a entrar en ella.
El silencio los consumía, él solo concentraba tu mirada en todo tu cuerpo, como si estuviera buscando algo.
T/N: -¿Qué pasa?
Levantó la mirada, como si despertara de un trance, para encontrarte con una expresión confusa.
Tar: -Estaba asegurándome de que no tuvieras ninguna herida... -dijo con sinceridad -Lo único que no se pudo salvar fue tu cuello.
Movió sus manos lentamente apartando los mechones de cabello que se interponían ante tu piel, tocó las marcas que yacían ahí, "Eso sin duda dejaría un moretón" pensante. La culpa sobresalía de su expresión, el no poder protegerte lo perseguiría de por vida.
Suspiró y apartó su mano al igual que su vista para darte algo de privacidad.
T/N: -Tartaglia... -comenzaste, pero titubeaste, no sabiendo cómo expresar tus pensamientos.
Tar: -¿Sí? -respondió, volviendo a centrar su mirada en ti.
T/N: -¿Por qué... por qué te preocupas tanto por mí? -preguntaste finalmente, con una mezcla de curiosidad y confusión.
Tartaglia pareció sorprendido, no había considerado realmente la respuesta.
Tar: -Bueno... -comenzó, buscando las palabras adecuadas -Supongo que... no puedo evitarlo. Desde el momento en que te conocí, algo en ti me atrajo.
La tranquilidad en su voz, el cuidado en sus gestos, todo eso te hizo darte cuenta de cuanto significabas para él. Y de repente te diste cuenta de que también significaba mucho para ti.
T/N: -¿Te preocupas así por todas tus asistentes?
Tar: -No exactamente -respondió con sinceridad -Hay algo en ti que es diferente, algo que me hace querer protegerte más que los demás. Ekaterina es solo una subordinada.
T/N: -Entiendo... -respondiste, procesando sus palabras con cuidado -¿Qué hay... de tu otra asistente?
Tartaglia te miró confundido, no sabía de lo que estabas hablando.
Tar: -¿Mi otra asistente? -repitió, evidentemente sorprendido por la pregunta.
T/N: -Sí, ¿qué hay con ella? -insististe, notando la leve tensión en su expresión.
Tar: -No he tenido más asistentes.
T/N: -Claro que si, una mujer muy hermosa, pero que da miedo con solo verla, cabello negro... se llamaba... -intentaste recordar su nombre -¡Ah! ¡Camile!
La mención de Camile pareció sacudir realmente a Tartaglia, su expresión se volvió repentinamente tensa y sus ojos se ensombrecieron con una mezcla de sorpresa y preocupación.
Tar: -¿Cómo sabes sobre Camile? -preguntó, su voz era más que nada desconcertada, no sabía cómo habías descubierto su existencia.
T/N: -La conocí en...
No pudiste acabar la frase, Tartaglia te sujetó con fuerza de los hombros.
Tar: -¿¡LA CONOCISTE!? -preguntó, lleno de urgencia -¿¡Dónde la encontraste!? ¿¡Qué te dijo!?
El dolor de su agarre te hizo quejarte en voz baja, él al notarlo te colocó con cuidado en tu posición inicial.
T/N: -Yo... -intentaste hablar, pero su mirada te detuvo en seco.
Tar: -Olvídalo -dijo con angustia y determinación -olvida todo lo que te haya dicho y de ser posible evita encontrarte con ella otra vez.
Sus palabras resonaron en la habitación, no pudiste responderle o preguntarle nada. Sus acciones te hicieron comprender que algo no andaba bien.
T/N: -Entiendo... -murmuraste, sintiendo íntegra mientras recordabas el rostro de Camile.
El ambiente se tornó en un abrupto y pesado silencio, como si la mera mención de Camile hubiera desatado una tormenta de preocupación y misterio.
Tar: -Tengo que irme... no tengo que estar aquí en primer lugar.
T/N: -¿No has acabado tu trabajo?
Tar: -No, corrí cuando me di cuenta que Scaramouche no había asistido.
T/N: -¿Entonces... te preocupaste?
Tartaglia abrió los ojos sorprendido, pero rápidamente volvió a sus cabales y con una sonrisa confesó.
Tar: -Me moría de la preocupación.
Agarró tus manos y las besó, un beso que significaba más que mil palabras. Cualquiera que los viera pensaría que él estaba a tu mereced.
T/N: -Tartaglia...
Dicho esto se levantó y se dirigió a la puerta, no lo lograste percibir bien, pero tus ojos te hicieron creer que él tenía una sonrisita en sus labios.
Tar: -Si hay problemas háblame, aunque tú sabes que siempre que los tengas... iré a salvarte.
(●･ω･)(･ω･◎)(○･ω･○)(◎･ω･)
Hola hola
Gracias por leer y espera con ansias la siguiente parte!!
Buenas noches/días/tardes y hasta la
próxima. （'-'）.｡oO
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::::: A tu lado aunque seas un estúpido ::::: Tartaglia x T/N
FanfictionT/N una caballera de Favonius viaja a Liyue para investigar más sobre la nación y descubrir su lado más oscuro. Por accidente la confunden con una estafadora y termina atada, golpeada, amordazada y encerrada en una carcel. Oh... eres muy hermosa par...
