La emoción se desbordaba por toda tu cara, por fin algo interesante estaba pasando frente a ti, la información que un asistente de Heraldo pudiese proporcionarte sería muy importante para escoger tu siguiente movimiento, pero lo primero era acercarse a ella.
Las risas y conversaciones de la gente inundaban la sala, te sentías un poco fuera de lugar pero lo único que importaba era la misión.
La vigilaste por un rato implorando que se separara de su acompañante, sin embargo, parecía que eso nunca iba a suceder, asi que decidiste acercarte.
Caminaste poco a poco pensando en las palabras que tendrías que decir para que confiara en ti. Antes de que pudieras hablarle las puertas se abrieron, llamando la atención de todos.
Fa7: -¡Todos saluden al gran Heraldo!-
"¿¡UN HERALDO!?" Gritaste internamente, esto no era parte del plan. Existía la posibilidad de ser descubierta, después de todo la voz se había corrido del como le diste una paliza al gran Scaramouche, aunque no fue exactamente así, la gente te empezó a tener miedo, obviamente los Heraldos no se iban a quedar atrás, estaban más informados que el mismo Tartaglia.
Agarraste lo primero que viste, un plato con pasta a la boloñesa, y no se te ocurrió mejor idea que teñirte las puntas con la salsa.
En momentos de desesperación lo último que te importa es la apariencia, aunque así querías pensar, deseabas que las cosas acabaran tan rápido como fuera posible.
Volteaste a todos lados para encontrar tu objetivo, "¡Bingo!" Pensaste.
Ella estaba sola, su acompañante se había ido, esta era tu oportunidad. Feliz, te acercas a esa señorita con una bandeja llena de champagne y le ofreciste una copa.
Ella sin pensarlo dos veces, tomó una, dándote una señal para continuar.
T/N: -Buen día señorita... yo sé a qué se dedica- dijiste, esperando una respuesta de su parte, sin embargo, solo recibiste una mirada fulminante y con odio de su parte.
??: -Oh... ¿en serio?- preguntó con arrogancia.
T/N: -Si, se que en esa clase de trabajo puede ser frustrante no hablar de los secretos que escuchas usualmente, así que hoy estás de suerte, porque yo te escucharé en todo lo que tengas que decir- manifestaste emocionada.
??: -¿Frustrante?... ¿acaso sabes lo que es la frustración?- cuestionó con un tono serio pero irritado.
T/N: -¿No poder expresarte?
??: -No solo eso... personas maleducadas que se niegan a pagar aún cuando el trabajo ya está echo, pelear con tus compañeras para ver quién es menos inútil, no salir de una habitación durante meses, cumplir todo lo que me piden sin excepciones, ¿para qué? Para que me llenen los oídos de promesas sin sentido, diciendo que me salvarán y al otro día cambiándome por otra, ¡¿sabías eso?!- argumentó con enfado y frustración.
"¿Todo eso sufren las asistentes de los Heraldos?"
T/N: -Señorita... quisiera entenderla, pero nunca he vivido algo así... -intentaste arreglar como pudiste tus pensamientos, pero al parecer solo hacías enojar a la señorita,
??: -Perra ingenua...
El enojo fue demasiado, las palabra son como espadas, apuñalando a su oponente al igual que al que la empuña.
Te arrebato la bandeja con coraje y te la lanzó en cima, en un abrir y cerrar de ojos estabas del todo empapada
??: -¿¡Camile!?- gritó el señor acompañante -¿Qué pasó?
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::::: A tu lado aunque seas un estúpido ::::: Tartaglia x T/N
Fiksi PenggemarT/N una caballera de Favonius viaja a Liyue para investigar más sobre la nación y descubrir su lado más oscuro. Por accidente la confunden con una estafadora y termina atada, golpeada, amordazada y encerrada en una carcel. Oh... eres muy hermosa par...
