Dicen que en los lugares más recónditos del corazón hay secretos y verdades tan simples como tostar un pan. Dicen que si no escuchamos a este órgano nos dará señales de que algo está mal, porque lo estamos ignorando. Dicen que no hay mal que dure 100 años ni cuerpo que lo resista, pero al corazón le encanta la atención, y si no se la damos probablemente nos mate y lo perdamos de vista. Perdidos y envueltos en un manto de verdades autoimpuestas y mentiras disfrazadas de deseos y frustraciones autolimitantes que se quedan. Que persisten en el tiempo y nos atormentan. Porque tratamos de pasarlas por alto, y sin quererlo sólo hacemos que se vuelvan más fuertes, más inmensas. Como muros que nos separan de nuestros pensamientos y emociones. Como fronteras que se tornan cada vez más intrínsecas a nuestras articulaciones, y nos impiden movernos como quisiéramos. Actuar como nos gustaría. Como si nos autoinyectáramos el veneno que, lenta y dolorosamente, nos terminará asfixiando hasta matarnos por completo. Como una enredadera creciente en nuestras venas. Como una cadena sostenida por nosotros que nos aprietan el corazón, y que llegará a un punto en que no habrá más opción que reventarlo. Porque ese era su destino. Ese siempre fue su destino. El destino que nosotros creamos, y el que estará por escribirse con la tinta roja que se ha derramado. Una nueva vida, un nuevo lienzo. Un nuevo corazón, un nuevo comienzo.
![](https://img.wattpad.com/cover/359673311-288-k322632.jpg)
YOU ARE READING
One heartbeat after another
AléatoireA heart says a lot of vague ideas that are in need of interpretation. That's what our thoughts are. But sometimes... Many times, we tend to misinterpret this information and sentence ourselves with our own suffering. PS: This drawing represents exac...