Amarte | KIVI

Tenemos que hablar

- Ay lo siento, jo. Es que soy un puto desastre...

- Eres una tontita enamorada y no pasa nada. Pero por favor, habla con ella esta noche, cuando apaguen el directo te la llevas a un rinconcito apartado y le sueltas lo que sientes, ¿entendido?

- Entendido.

***

La cena transcurrió sin ningún tipo de percance. Tanto Violeta como Chiara estaban algo dispersas tras la conversación con sus compañeros, y los sentimientos que habían aflorado en sus corazones hacían que las dos estuvieran mucho más cortadas de lo habitual. 

- Oye, Kiki... Creo que deberíamos hablar —la pelirroja cogió la mano de la morena por debajo de la mesa y susurró aquello con una voz apenas audible.

La pequeña asintió con algo de duda y dirigió su mirada a los tan imponentes ojos de su amiga.

- Maybe we could hit the shower later 

- Había pensado en hacerlo cuanto antes... No quiero estar rara contigo.

- ¿Plegamos y vamos al sofá?

- Sí, por fi.

No tardaron mucho en recoger sus platos, se notaba la urgencia que tenían las dos por aclarar todo. En unos minutos se encontraban ya en una de las esquinas del sofá mirándose con bastante tensión en sus cuerpos y en un arranque de valor, la pelirroja comenzó a hablar obviando por completo las cámaras y micrófonos.

- Creo que no he sido del todo clara contigo, Kiki... y lo siento.

La menor miró a la granadina con algo de tristeza en los ojos, la verdad que sí que la había vuelto loca con tantas idas y venidas. Separó sus labios para darle una réplica pero una voz a lo lejos la interrumpió.

- ¡Oye, Chiara! ¡Necesitamos que organices la ropa del vestidor!- Ruslana, que se estaba encargando de las lavadoras, apareció en la estancia, ignorando el palpable suspenso entre las dos.

- Eh... sí, voy ahora...

- No, ahora no, vienes ya de ya que eso es un puto cuadro.

Chiara cerró los ojos, sintiendo cómo la oportunidad de desentrañar sus sentimientos se desvanecía, pero el tacto de la mano de Violeta apaciguó un poco esa sensación amarga que se estaba formando en su pecho.

- Te pillo luego, ¿vale?.- La de Granada se separó lentamente de la pequeña dejando un beso en su frente.- Me voy a ensayar un poco al box...

Unos minutos más tarde, la morena apareció en el box donde la pelirroja estaba ensayando e intentó retomar la charla buscando algo privacidad. Sentada en el piano, Violeta sonrió al ver llegar a su compañera y la invitó a sentarse en uno de los taburetes que tenía a su izquierda.

- Creo que ahora nadie nos molestará.- La menorquina se acercó un poco a la de su derecha para que el ambiente fuera algo más íntimo.

- Sí... A ver, lo que quería decirte antes era que...

- No sé cómo sacaste el valor para preguntarme qué éramos después del beso.-  Chiara la interrumpió con su voz temblando ante la intensidad de la situación.

Violeta suspiró algo asustada, pero recordó las palabras de Denna así que intentó ser lo más directa posible.

- Ya... es que sentí que algo había cambiado en mí y necesitaba saber que para ti era lo mismo. Pero cuando me respondiste con un "no sé", me asusté y dije que fue un error.