ii.

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al sentir que la nave estaba estable, Alaska rápidamente se levantó y se dirigió hacia los chicos que se habían desabrochado los cinturones

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al sentir que la nave estaba estable, Alaska rápidamente se levantó y se dirigió hacia los chicos que se habían desabrochado los cinturones. ahí vió al caminante espacial.

él estaba vivo, pero los otros dos no respiraban, el de pelo largo solo la miró con preocupación, él solo quería divertirse. Alaska volteó al ver que la chica rubia se acercaba a él.

rápidamente se dirigió a la puerta, en la cuál se encontraba un guardia. le pareció sumamente raro, el arca jamás dejaría a uno de ellos bajar a lo desconocido.

Alaska miró su mano. no tenía el brazalete que les pusieron a todos los prisioneros.

—tú no eres guardia, ¿no es así?

—cuidado amigo, ella asesina a los tuyos. —se escuchó una voz desde la multitud, Alaska se incorporó rápidamente hacia ellos, enojada. no sabían nada y andaban hablando.

el supuesto guardia ignoró los comentarios.

—sólo esperen señores. —dispuesto a abrir la puerta cuando la rubia apareció y le dijo que no lo hiciera porque el aire podría ser tóxico.

—si el aire es tóxico moriremos de todos modos. —comentó con los ojos entrecerrados Alaska, usando su lógica

—¿Bellamy? —apareció una chica, muy bonita, bajando desde el segundo piso de la nave. ambos se abrazaron—¿qué es esta ropa? ¿uniforme de guardia?

—lo robé, para poder entrar aquí. —le susurró, pero debido a la cercanía que tenía con los hermanos, Alaska pudo oír.

eso tiene mucho sentido, por eso no tiene el brazalete.

—ey, chicos, lamento interrumpir este tan maravilloso momento familiar —interrumpió Alaska con un poquito de sarcasmo—. pero debemos salir.

—¿me permites? —volteó la hermana—. no ví a mi hermano de hace un año.

—lo sé compañera, pero estoy malditamente ansiosa, quiero saber que demonios hay allá afuera y estoy segura que todos estos también. —apuntó a la gente que venía en la nave y muchos le asintieron.

—aparte que es una mentirosa, nadie tiene un hermano. —incriminó una voz de entre la multitud y la chica saltó dispuesta a golpear a quien lo haya dicho.

Alaska rodó los ojos y miró sin querer con una cara enojada al hermano de la chica.

a este ritmo saldremos de la nave mañana

pero con su mirada dejó desconcertado al falso guardia, la chica lo miró con tal cara que pensó que ella ya lo odiaba.

—Octavia, no. dales otra cosa para que te recuerden —trató de detenerla el mismo—. sé la primera persona que toque la tierra en cien años.

la tal Octavia lo observó y su hermano abrió la puerta. todos estaban expectantes para ver que había afuera.

Alaska estaba muy ansiosa y asustada a la vez, hasta que la puerta se abrió por completo, revelando ante los ojos asombrados de los cien adolescentes un mundo que solo conocían a través de historias y leyendas. la luz del sol acarició sus rostros por primera vez, rompiendo el frío y oscuro confinamiento de la nave en la que se encontraban. era un momento de asombro y descubrimiento.

fall away; bellamy blakeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora