fall away; bellamy blake

xi.

Alaska luego de la "convención", se dirigió a su carpa, entró y observó de pie su cama improvisada. recién ahí fue cuando sintió un gran vacío. Charlotte ya no estaba allí con ella.

se dejó caer sobre la cama, sintiendo el peso de la pérdida como un agujero negro en su pecho. la carpa, que solía ser un lugar "cálido y acogedor", ahora parecía más vacía que nunca. las pocas risas y charlas que tuvo con Charlotte resonaban en su mente, y el eco de su ausencia llenaba cada rincón.

los ojos de Alaska se llenaron de lágrimas mientras la realidad se hundía. ya no tendrían más noches compartidas, ni risas infantiles que llenaran el aire, ni desvelos nocturnos por sus pesadillas. se dio cuenta de cuánto había llegado a querer a Charlotte en tan poco tiempo, sorprendiéndose a sí misma por la intensidad de ese lazo.

se quitó las botas y se acurrucó en su cama. el silencio de la carpa se volvía ensordecedor, y Alaska cerró los ojos, esperando encontrar algún consuelo en el sueño, aunque sabía que este sería esquivo en una noche tan sombría como la que se cernía sobre ella. la pérdida de Charlotte dejaba un hueco que ni siquiera los sueños podían llenar.

claro, ni el sueño podría reconciliar eso. cada vez que Alaska cerraba los ojos, la escena de Charlotte caminando hacia el grupo de Murphy y su posterior trágica decisión se reproducía vívidamente en su mente. así que, sólo se levantó de la cama y se quedó mirando a la nada misma. tratando de pensar en otra cosa, o simplemente no pensar.

mientras se perdía en sus pensamientos, la entrada de la carpa se movió, revelando la figura de Bellamy. entró con una expresión comprensiva, como si hubiera captado el peso del dolor que cargaba Alaska. le dedicó una sonrisa reconfortante y se sentó a su lado.

—¿cómo te sientes? —preguntó Bellamy con cuidado, sabiendo que las palabras podrían resultar insuficientes ante la magnitud de la pérdida.

Alaska solo respondió con una mueca, incapaz de expresar con palabras la mezcla abrumadora de tristeza, frustración y culpa que la invadía. Bellamy asintió, comprendiéndola sin necesidad de más palabras. ambos compartían el dolor de haber perdido a una pequeña amiga en circunstancias tan dolorosas.

Alaska miró a Bellamy fijamente a los ojos, con una expresión cargada de dudas y pesar.

—¿hicimos lo correcto, Blake? —preguntó en voz baja, como si temiera la respuesta—. ¿hice lo correcto? quiero decir, la rabia del momento me hizo tomar una decisión inmediata, ¿realmente exiliar a Murphy y a John del campamento era lo correcto? quizás en ese momento me cegué y no pensé bien las cosas...

Bellamy la detuvo suavemente antes de que sus pensamientos se hundieran en un abismo de autoincriminación.

—sí, Alaska, fue lo correcto. —contestó Bellamy con convicción, sosteniendo su mirada—. Murphy ha sido un problema desde el principio. sus acciones solo han provocado disturbios y resentimiento en el campamento. sabes tan bien como yo que la mayoría aquí lo odia. tenerlo cerca sería garantía de problemas continuos.