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Hace años se quemaban a las brujas cuando a alguien le caía mal a otro alguien, se le acusaba de brujería, era incinerada.

Cruzando ese largo pasillo, Goku arrugó su nariz por culpa del potente olor.

Huele a lejía— Se quejó con su padre.

Él recibió una mirada asesina como respuesta. —Huele a limpio

Su hijo gruño. —Pues no me gusta— Reclamó.

Padre e hijo seguían a la mujer que andaba tranquila y despreocupada, Kakarot se preguntó si al servicio de esta casa no le daba miedo servir a Vegita, literalmente trabajan para la mala suerte en forma de mujer.

Él miro a su alrededor observando los cuadros que adoraban las paredes, los muebles de madera oscura, los adornos de cerámica, los relojes elegantes y cada detalle del pasillo, por lo poco que aún había visto todo se sentía demasiado frágil, como estar en un museo, no era para nada su estilo, a él le gustaba llegar a casa sin preocuparse de manchar o romper nada.
Definitivamente, esa casa no era nada su estilo, no quería ni imaginarse lo complicado que sería limpiar todo eso, pero de todas formas no era su problema, ese era el trabajo del servicio.

Finalmente, la mujer paro delante de una puerta de madera oscura, elegante que hizo sentir escalofríos a Goku, no por la puerta sino por lo que le esperaba atrás de ella.

La mujer la abrió y se echo a un lado revelando una habitación aún más decorada que el pasillo de antes, las paredes eran de un color rojo carmín y no faltaba esa misma madera que rebosaba en esa casa.

Había una mesa en medio de la habitación, prácticamente eso era lo principal de la habitación, si no fuera por el imponente hombre que estaba sentado en la cabeza de la mesa, mirándolo fijamente, sentía que estaba leyendo su alma como si fuera un periódico mañanero.

No tardo en percatarse de la ausencia de Vegita en la mesa, eso lo hizo tragar duro, no sabía si era mejor o peor, una reunión en privado con su futuro suegro, no lo llamaría una reunión, más bien un interrogatorio.

La mujer los guío a la mesa, los sentó justo al lado del hombre que le hacía sentir terror del grande, afortunadamente la mujer sentó a su padre al lado de Vegeta, no pudo evitar una sonrisa, el de pelo semi despeinado se sentó al lado de Bardock, acomodo su silla arrimándose a la mesa, carraspeó su garganta incómodo por el silencio en la habitación, el padre se Vegita actuaba como si Bardock no estuviera allí mientras que Goku se sentía un libro abierto.

Tú debes de ser Son Goku Kakarot, ¿O me equivoco?— Finalmente el imponente hombre hablo.

El nombrado asintió levantando su mirada al imponente hombre.

Espero que no te moleste que te haga un par de preguntas, solo para conocerte un poco mejor— Su voz retumbó en la cabeza de Goku como si fuera un terremoto.

El mejor de los Son mordió su lengua, da igual su respuesta, si decía que no Vegeta y su padre lo matarían, si decía que si eso lo llevaría a conocer a Vegita y eso también lo mataría.

Sin problema— Mintió, claro que tenía problemas, muchas objeciones que se tragó y guardo a presión en su estómago.

Cuéntame, ¿Qué estudiaste?— Vegeta pregunto leyendo su lenguaje corporal.

Goku suspiró y pensó antes de contestar. —Termine la secundaria y luego me puse a trabajar en el negocio familiar—

¿Agricultor?

El contrario asintió un poco avergonzado por recordar su patético trabajó.

¿Y cuánto ganas?

Depende de la temporada... eh…— Lo pensó unos segundos. —Entre 7.300 € y 6.000 € al mes… Depende de la exportación y la época del año

Vegeta asintió. —Si no me equivoco cuando te cases ganarás más, ¿No?

Sí, me ascenderán— El menor jugo con sus dedos incómodo.

¿Tienes alguna ocupación?

Goku se tensó con esta pregunta. —Deporte

Específica

Pelea

La habitación se quedó en silencio por unos segundos mientras que los Son solo quería que los tragara la tierra.

¿Tienes algun plan a futuro?

Con esta pregunta él quería mentir, quería decir lo más horrible que pasará por su mente para caerle mal a este tipo, pero no pudo, no cuando se sentía asesinado solo con su mirada.

Lo he pensado mucho y… Quizás seguir trabajando, tener una familia… Cuidar de mi familia… Y proveer a mi familia

Esperaba que esas palabras sirvieran.

Vegeta se reposó en su silla. —Este sitio en la mesa pronto será tuyo, dentro de nada serás el hombre de la casa y te encargarás de todo, tengo expectativas en ti, muchacho—

Su cuerpo se tensó y sudo frío, mierda, había pasado la prueba.

Vegeta giro su cabeza para mirar a su empleada más cercana. —Trae a Vegita, por favor































































~Ella me está esperando en casa~ :Goku X Vegeta:Donde viven las historias. Descúbrelo ahora