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Sus manos sudaron, la habitación se quedó completamente en silencio y lleno la atmósfera de incomodidad pura, aunque el único que no lo notaba era Vegeta, o quizás solo fuera Goku, quizás ese sentimiento le pertenecía a Goku y solo el podía sentirlo.

El menor jugo con sus manos tratando de calmar sus nervios aunque el sonido rápido de su corazón no ayudó en nada con la tarea. Sintió como su padre podía una mano en su rodilla y se inclinaba para susurrarle al oído. —¿Tienes el anillo?

Goku soltó su propia mano y la metió en su bolsillo, noto la pequeña caja de terciopelo negro y luego saco la mano, dejando allí el objeto, levantó la mirada a su padre y asintió con la cabeza en confirmación, él contrarío suspiró aliviado, era un milagro que él no se olvidará, con la cabeza de que el peli palmera tenía, todo era de esperarse.

Por el agarre de Bardock en su rodilla pudo sentir que él no era el único nervioso en la sala, su padre también estaba tenso, como si no confiase en las técnicas de coqueteo de su hijo.

La puerta se abrió lentamente, la responsable fue una sirvienta de pelo liso castaño, Goku se incorporó y trato de hacerse el valiente, escucho el sonido de una muleta y ella entró en la habitación con cuidado, caminando lentamente, la mujer miraba al suelo visiblemente ansiosa, Vegita llego a su silla, al lado de su padre y en frente de Bardock.

Ella se sentó en silencio, sin siquiera saludar, su futuro esposo la miraba fijamente en guardia, como si en algún momento la mujer fuera a atacarle, pero no, ella solo se mantuvo allí, callada y con la mirada en el suelo, casi triste.

Vegeta levantó su mano y la reposo en el hombro de su hija. —Te presentó a mi hija, Vegita. Perdónala, muchacho, ella tiende ser muy tímida, no suele recibir visitas, esto es algo nuevo para ella… Aunque claro, también lo será para ti— El hombre rio.

Goku trago duro. —Claro… Claro…— Asintió dos veces con la cabeza.

Es triste, está vez pensé que ella estaría un poco más abierta, estaba realmente entusiasmada por tu llegada, ¡Vamos que sí lo estaba! Mando a todos los sirvientes… Absolutamente a todos a limpiar en profundidad la casa, ¡Que no quede ni un rincón sin limpiar! Eso gritaba a todos, es una chica muy entusiasmada en su interior

Vegita se sonrojó y bajo aún más su mirada, no sé atrevía ni por un segundo a mirar a ninguno de los invitados.

Goku frunció el ceño y sintió genuina pena por los empleados, probablemente explotados por esta bruja, o quizás incluso amenazados, se mordió el interior del labio, cientos de ideas heroicas pasaron por su mente, si él sería el hombre de la casa podría sacrificarse y liberar a todos esos esclavos y él sería el salvador perfecto, aunque eso no le quitaba el miedo a la mujer.

Eso es realmente amable— Contesto Bardock porque en este punto al menor de los Son se le olvidó que debia de contestar.

Vegeta sonrió en respuesta, complacido por los modales de la familia.

La conversación no siguió, ya que el servicio finalmente trajo la tan esperada comida, cuando la mujer puso el plato delante de Goku él se sorprendió por la elegancia del mismo, aunque algo consternado por la poca cantidad servida, pero prefería morir de hambre a quejarse por algo así en este momento, tomo un tenedor y dirigió un poco de comida a su boca, la mastico lento, saboreando la rica textura y sabor.

Veo que te gusta, muchacho— Afirmó Vegeta. Goku asintió, aun con la boca llena, así no tendría que hablar. —Vegita ha escogido especialmente este plato, es su favorito desde niña, siempre le gustaron las salsas y el buen sazón, y es una gran fan de las buenas carnes

Cuando el hombre imponente dijo eso Kakarot dejo de comer, eso encajaba, probablemente Vegita escogió está comida para envenenarla o algo así, o si no, había otra opción, que la mala suerte que portaba esa mujer haga que alguien dé la mesa se ahogue, desde ese instante comenzó a masticar con sumo cuidado.

Goku, eres muy afortunado de poder casarte con mi hija, es una mujer fértil y bella, además es muy inteligente, estudio desde casa con un tutor privado de primera clase. Sabe muy buenos modales y varios idiomas, te complementará genial, ella tiene mucho potencial para ser esposa— Vegeta hablo maravillas de su hija.

Mientras ella aún se mantenía callada, comiendo en silencio tratando de estar lo más ajena a la situación posible.

Y allí todos callados, solo comieron hasta que todos los platos estaban vacíos, menos el de Vegita, pero ella no comería más. Bardock le dio un codazo a Goku para espabilarlo, él sabía que ahora era el momento, él solo quería huir, no quería, pero debía.

Se levantó de la mesa y camino hasta estar delante de la mujer, se arrodilló delante de ella, su mirada era de desafío, aunque Vegita lo miraba como si el fuera un abismo donde ella caería, él sacó la caja aterciopelada de su bolsillo y la abrió, observo el bello anillo, tristemente su belleza moriría por culpa de la portadora, él suspiró y extendió el anillo a Vegita. —¿Quieres casarte conmigo, Vegita?

~Ella me está esperando en casa~ :Goku X Vegeta:Donde viven las historias. Descúbrelo ahora