-Mhm-. Suguru despertó una mañana de domingo con sueño, estirándose un poco para despejarse del sueño que lo acompañaba.
Ese día, por milagro del universo, Satoru y Suguru tenían día libre y sin trabajo porque su jefe se los dio. Ellos trabajan en la misma empresa de objetos de defensa personal (muy famosa de por sí), el trabaja en dar las reuniones para diversos problemas, opiniones y mejoras, mientras Satoru trabajaba en el área de creación de estos y viralización, no se hablaban seguido, pero si tenían mini-espacios de la empresa para relajarse unos minutos antes de volver a trabajar.
La ventaja de trabajar en ese lugar es que pagaban bien, podían verse seguido pero no hablarse, por los grandes ventanales de sus edificios y los suyos estaban enfrentados. Entonces había veces en las que Suguru escribía y leía archivos dejados a su cargo, y podía sentir una mirada sobre él mismo y ya sabría de quien podría tratarse, dando una mirada mus sigilosa y podía ver a su amado mirándolo intensamente (o apreciando la vista como Toru solía decirle cada vez que le reclamaba por mirarlo demasiado).
Entonces en ese mínimo instante en el que siente su mirada se estira como un gato haciendo tronar los huesos de su espalda y tronándose los huesos de los dedos vuelve a mirar hacia su novio y puede ver sus ojos brillando por un profundo color azul mar, sonríe ante el recuerdo. Sin poder contenerlo una sonrisa de lado sobresale de sus labios, guiña un ojo hacia su amado y hace un corazón con sus dedos en medio de su pecho.
Jura que puede escuchar la risa desde donde se encuentra, y puede ver la brillante sonrisa desde su asiento. Ese recuerdo siempre le hace sentir que cada día más podría encontrar una razón del porque puede amarlo más que cualquiera, y del porque podrían ser almas gemelas, o al menos almas que se complementan entre si.
Hace un café para si mismo, y piensa es que podría querer su novio (no culpa a nadie más que a si mismo por esto, pero no se pudo resistir a una belleza de esa magnitud cuando adora algo y lo quiere. Y como un hombre débil que es se lo concede).Siente que podría estar formándose corazones en sus ojos, con tanta delicadeza que puede hace un par de tostadas con mermelada y dulce de leche (el único y verdadero amor de Satoru, después de el y sus sobrinitos, por supuesto). Decide solo calentar la leche y ponerle 3 cucharadas de azúcar.
Para él, unos panes caseros de su madre que le trajo la última vez que los visito y un nuevo producto que le trajo, maní tostado y molido que no sabía tan mal.
Va hacia su cama y mueve un poco el cuerpo de su dormido novio para extiende una mesa que es para simular una mesa pero que se puede quedar quieta en su cama. Pone dos tazas con imágenes de fotos de ellos em diferentes etapas de su vida. Sirve la lache en las tazas y pones unos platos con alimentos que agarro de su cocina y vuelve a mover a Satoru para que termine sentado.Se acerca lentamente y sopla sus labios, puede sentir el cuerpo de su novio estremeciéndose levemente, une sus labios suavemente, acaricia suavemente la mejilla contraria y agarra su cara con sus dos manos, después de unos minutos siente unos brazos subir por su cuerpo hasta su cuello apretarse y atraerlo hacia sus labios, sonríe entremedio del beso y se separa.
-Buenos días, Toru-. Suguru mira enamorado la cara de su amado, arrugada levemente por el sueño.
-Que linda manera de despertarse, podría vivir una eternidad asi-. Satoru sonríe como el gato sonriente y empuja a Suguru hasta que aterriza a su lado.
-Bromista desde temprano, ¿Hm? - Suguru no puede hacer mas que sonreir ante la ternura que emana Satoru desde su punto de vista.
-Desde siempre. ¿Hiciste esto por mí? - Satoru lo mira con curiosidad. -Gracias te adoro-. Satoru junta sus narices y las mueve en simultaneo.
-Solo para ti, mi vida -. Suguru sonríe, besando la parte superior de el nido de pájaros blanco su vista. Adorando este momento, enterrándolo en lo profundo de su mente.
Alimenta a Satoru y a si mismo, en un intercambio constante hasta terminar, levantar y limpiar todo y volver a la cama con su mimoso.
Se acuesta con el y le acaricia el pelo suavemente hasta que siente que se durmió y decide dormirse con él y que al despertarse verán películas o jugar hasta la madrugada, sonriendo al pensarlo.
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Side to you
Ficção AdolescenteCómo me tienen arta con los vídeos de estos dos que me hacen sufrir, decidí hacer una historia en dónde estos dos sean felices y comiendo perdices porque les juro que me hace falta algo así.