14. Bad

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«Rompí tantos huesos pero ninguno de ellos son míos. Estoy mal, echa un vistazo y mira, tan malo que es difícil de creer, no me importa lo que digan de mi» Royal Deluxe.

La sangre ensuciando su ropa y cubriendo gran de sus manos temblorosas. Taehyung completamente nervioso vio cómo el médico asistía de emergencia la herida de Jungkook. Por más que le pidieron que dejara la escena porque estaba muy alterado, este se rehusó y amenazó a todo aquel que intentó apartarlo de Jungkook.

Por más que no quiso tuvieron que llevarlo al hospital, había perdido demasiada sangre y si no le hacían una transfusión enseguida podía morir. Taehyung solo podía pensar en salvar la vida de Jungkook, no le importaba si tenían que responder preguntas, él se encargaría luego de eso.

Corrió junto al doctor y los paramédicos, una vez más intentaron mantenerlo fuera de la habitación, pero solo bastó de una mirada para que el doctor entendiera que él no estaba dispuesto a apartarse de Jungkook.

Mientras reposaban el cuerpo del pelinegro en la camilla Taehyung no se separó de él en un solo segundo, no confiaba en nadie más que en el doctor que lo socorría y un poco en las enfermeras a su alrededor. Incluso durante la radiografía se mantuvo junto a Jungkook. En cuanto lo trasladaron una vez más a la habitación de emergencia, Taehyung se arrodilló en el piso para quedar a la altura del azabache. Era todo un manojo de nervios.

Aún con sangre en las manos tomó la de Jungkook y les dio un apretón intentando lo más que podía mantener la compostura. Verlo casi sin respirar y lleno de sangre era una imagen para lo que no estaba preparado, para lo que no estaría preparado jamás. Le cayó como un balde de agua fría verlo de esa manera, fue aún peor porque tenía cosas que decirle.

Durante su viaje a las Islas Canarias Taehyung había pensado en todas las maneras posibles de como borrar la respuesta que le dio a Jungkook aquella noche y cambiarlo por un "también te amo", era tan simple como decir lo que sentía, pero no, el miedo de admitir que lo amaba no le permitió decirlo. Su error fue ponerlo en duda cuando el mismo le había dicho que lo quería más de lo que nunca a había querido a nadie y cada vez se hacía más grande ese sentimiento.

Habían peleado, incluso se distanciaron un poco, se lastimaron uno al otro porque ninguno estaba preparado para salir de closet como lo hicieron y como resultado de todo lo que vino después fue tan abrumador para ambos que trajo consigo incomodidad, frustración y sobre todo tensión en su relación. Pero a pesar de todo el torbellino por el que estaban pasando se mantuvieron juntos.

Él estaba dispuesto a renunciar a todo por Jungkook y sabía que el sentimiento era mutuo, si eso no era amor, ¿qué era entonces?

En las Islas Canarias intentó concentrarse en el trabajo, pero cada vez que veía los ojos apagados de Jungkook, se sentía peor por estar pensando tanto lo que ya sabía que sentía por el pelinegro. Sin que se diera cuenta lo observó mientras caminaban por la playa hasta llegar a su destino, recordó como la brisa despeinaba su cabello y como éste entrecerraba los ojos por estar de frente al fuerte sol.

El pelinegro había sido tan transparente y honesto con sus sentimientos, podía decir que había visto todo de él. Su felicidad y tristeza, su debilidad y su fuerza; sus cualidades y sus defectos, su luz y su oscuridad. Consideró que él no le había mostrado ni la mitad de lo que Jungkook le había enseñado, todo por miedo a entregar demasiado de sí mismo.

Se lo debía. Con todo y con que él siempre ha sido el más "osado" de los dos, fue Jungkook quien dio el primer beso; fue el primero en confesar sus sentimientos, en besarlo en público; fue el primero en decirle que lo amaba. Su novio había sido el primero en todo y lo menos que él podía hacer era devolverle todo lo que le había dado, especialmente ese "te amo".

Guilty PleasureDonde viven las historias. Descúbrelo ahora