08

296 32 15
                                    

╔═════•°✝°•═════╗ 

Tras un par de semanas, los vientos agitados cesaron y la calma había retornado. O eso parecía.

Hisoka se encontraba en un estado de éxtasis exacerbado, consumido por una impaciencia desbordante, anhelando con fervor el momento de enfrentarse a Gon y degustar la madurez que su preciada presa había alcanzado.

Resulta insuficiente expresar que quedó ensimismado por los eventos que desplegaron su teatralidad en el Coliseo del Cielo.

La entrada de los infantes al piso 200, y por los dioses, la manera en que florecieron en el transcurso de un solo día ¹ constituyó un deleite absoluto para él. La confrontación con aquel vestido de verde resultó ser una pieza magnífica, incapaz de contener su asombro y excitación tras el encuentro, alcanzando un estado peligrosamente eufórico. Incluso se aventuró a sugerir proposiciones indecentes a su ahora compañera de la Brigada Fantasma, Machi. Como era de esperarse, cualquier individuo con un mínimo de sensatez rechazó sus insinuaciones sin titubear.

Hace escasas jornadas que los fascinantes juguetes abandonaron majestuosamente la torre, justo tras la colisión entre el bufón y el vástago menor de los Freecss. No obstante, el payaso seguía deleitándose de las comodidades de tener su propio piso en aquella torre.

- Vaya, que aburrido ♠ - se decía así mismo frente al espejo, después de haber tomado una satisfactoria ducha ². - Eso que me queda bastante energía ★ - Afirmó quitándose el falso tatuaje de una araña y, pareciendo que una idea satisfactoria lo iluminó.

Illu chan, ¿Estas disponible? Imploro por tu ayuda, ven rápido a mi rescate ♥.

(Dirección actual adjuntada con éxito).

Tras enviar ese mensaje se tendió en su gigantesca cama con blancas sabanas para reposar, aun no estaba seguro si el joven atendería a su llamado de inmediato, pero reposó tranquilamente, mientras disfrutaba de una copa de vino.

Se cumplieron unos cuarenta y cinco minutos desde que aquel mensaje de texto había sido enviado, aun sin respuesta, su paciencia parecía estar propasando el límite de lo soportable. Su aura emanaba una poderosa y siniestra energía que cualquiera que la pudiera llegar a sentir se paralizaría y caería enfermo por varios días. Se encontraba en uno de sus característicos trances de placer. Reclinado sobre el cabecero de la cama, con sólo unos pantalones blancos protegiendo su alterado cuerpo y su mirada fija hacia el ventanal que tenía frente la litera.

La tormenta que se desencadenaba en esa fracción de la ciudad parecía intensificarse, como si la furia de los elementos se desatara con renovada fuerza esa noche.

Un estruendoso rayo se precipitó del firmamento, acompañado por un alarmante relámpago, y en ese preciso instante, pudo vislumbrar ³ la esbelta silueta de su aliado, destacándose en la terraza, justo frente al payaso.

El menor irrumpió en la habitación de su colega con tranquilidad.

- Vaya, no pareces estar en una situación urgente después de todo- sonó algo decepcionado, analizando su alrededor.

- Mmm ♥, ¿Cómo puedes decir eso tan a la ligera? Ni siquiera sabes cómo me siento en estos momentos - reprochó infantilmente.

- ¿Sigues hospedándote aquí? Escuché que Kill pasó por la torre hace un par de semanas.

- Oh ★, , él ha crecido bastante también ♥.

- Y bien, ¿Qué es tan importante que demandaste mi ayuda?

𝑴𝒓 𝒁𝒐𝒍𝒅𝒚𝒄𝒌 𝑴𝒐𝒓𝒐𝒘 | HisoilluDonde viven las historias. Descúbrelo ahora