El conejo y la bufona

★Capítulo 22★

⚠advertencia⚠: este capítulo tendrá como contenido escenas de violencia intrafamiliar, abuso se**** y gore, si eres sensible a estos contenidos puedes pasar de largo el capítulo pero si lo lees queda bajo tu propia responsabilidad mental porque si va a estar fuerte

Y sin más que decir empecemos.....

                   †4 Días después †

Pov narradora:

-La canina estaba al frente de aquella puerta pintada de colores oscuros con símbolos de armas a los lados, algo en ella con tan solo verla daba una mala impresión. Munin se estaba preparando mentalmente para lo que hubiera del otro lado, no podía perder tiempo y debía actuar rápido y encontrar alguna señal del libro robado

Munin: (bien, lo que esté detrás de esta puerta no debe de alterarme si es que hay algo malo...) - girando la perilla que era negra entró en la puerta mientras rezaba en su mente por que todo saliera bien

-Irónicamente ahora se encontraba en una especie de barrio pobre de mala muerte, confundida se giró y vaya fue su sorpresa al ver que la puerta había desaparecido

-Sin darle más vuelta al asunto, caminó por el lugar encontrándose con personas con rostros tachados con una X negra, unos caminaban despreocupados sin detectar a la canina mientras que otros a duras penas se notaban que fumaban

Munin: esto me recuerda a cuando fumaba tabaco - dijo al ver de reojo a los fumadores mientras negaba ligeramente con la cabeza

-De pronto el panorama cambia, ahora Munin estaba dentro de una casa de aspecto humilde, estaba erguida al frente de una gran mesa de manera algo carcomida por el tiempo y las polillas, ahí sentados en sillas se encontraba una familia la cual en vez de comer su plato de comida peleaban como animales aquellos que parecían ser los mayores

????: ¡Maldita perra! Te vi observando al desgraciando del vecino y hasta le coqueteaste - con un tono de enfado total hablaba el que parecía el padre, con mucha fuerza golpeó la mesa con una de sus manos cerrada en un puño haciéndola temblar en el acto

???: ¡No es mi culpa que ya un boludo como tú ya no me caliente como antes! - se atrevió a decir una mujer que parecía ser la madre, esta solo se levantó por la mesa mientras miraba a su pareja quien estaba sentando al frente de ella

-Alejados de ellos se veía a un chico de unos 19 años el cual miraba su celular sin interés de lo que estaba ocurriendo, solo soltaba a cada minuto un suspiro de fastidio mientras movía sus dedos para deslizar la pantalla

-La que parecía ser temerosa de aquella situación era una niña, curiosamente era la única que no tenia su rostro tachado, tenia alrededor de 12 años y solo comía en silencio, su cabellera larga de un tono castaño oscuro ocultaba casi por completo sus ojos de diferente color, el derecho era de un negro azabache hermoso y el izquierdo de un tono ámbar dorado bastante peculiar, su tez era blanca pero no al punto de ser pálida y su compostura corporal indicaba un desarrollo algo rápido para ser de esa edad

-La mirada de la pequeña estaba perdida hasta que un golpe a la mesa bastó para lanzar su plato con su cena al suelo, alzó su mirada dándose cuenta que sus padres se golpeaban uno al otro de una forma agresiva