AGE AND LOVE? [TAKEMAI OMEGAVERSE]

27 - 27

Takemichi se sintió ansiosos, toda la valentía recaudada en el camino se fue al demonio.

Sentía que no estaba listo para volver a ver a todos, tan sólo ver a Emma y Manjiro fue mucha carga emocional para su inestable mente.

- Yo me voy - se despidió con prisa.

- Tu te quedas- Manjiro tomó su muñeca, no iba a recibir el sermón sólo.

Junto a Shinichiro bajaron varias personas, llegó primero y al ver a la persona junto a sus hermanos lo reconoció de inmediato.

- Maldito - lanzó un puñetazo hacia el rostro del contrario y lo tumbó al suelo, ahí seguía repartiendo golpes y el contrario sólo lo recibía sin defenderse.

Manjiro comenzó a sentirse desesperado, un sentimiento que no sabía de donde venía, quería intervenir pero su hermana y sus amigos lo movían de un lado a otro buscando hematonas, heridas o en el peor de los casos, una Marca.

Kisaki hablaba con su hermano, no sabía su paradero y el le estaba explicando muy por encima lo que pasó, no entendió nada. Estaba apuntó de pedir la explicación de nuevo cuando abruptamente la llamada se colgó y sus alarmas se dispararon.

- ¡Shuji! - la desesperación en su voz hizo que el nombrado corriera a toda velocidad a la oficina de Kisaki.

- ¡¿Qué pasó?! ¿Estas bien?

- Rastrea el número de Takemichi.

Obedeció la orden de inmediato.

Tras unos minutos encontró la ubicación exacta de Takemichi.

- Lo encontré. Se está moviendo.

- Prepara un auto, nos vamos ahora.

Terano oyó la conmoción y se disponía a entrar a la oficina, las puertas se abrieron y Kisaki junto a Hanma salieron apresurados.

- Alista a todos nuestros hombres, los quiero dos kilómetros de nosotros.

- Entendido.

En cinco minutos estaban tras la ubicación de Takemichi.

Llegaron a una zona de civiles y entonces al no percibir peligro enviaron de vuelta a casi todos sus hombres quedándose sólo algunos entre las casas aledañas sólo por precaución.

Estaciono el auto a unas calles de la ubicación y cautelosamente caminaron.

- Maldito.

Su hermano estaba rodeado de muchas personas, adolescentes en su mayoría. La persona que parecía mayor ahí, golpeaba sin cesar a su hermano y este no se defendía.

Las feromonas de Takemichi parecían estar descontrolandose y eso desencadenó que las feromonas de otro chico, uno rubio y bajito salieran con más fuerza.

Kisaki y Hanma levantaron sus armas hacia ellos.

- ¡Apartense!

Todos regresaron a verlos, tensandose al ver las armas.

Draken se paró frente a Emma y Mikey, el resto se ubicó frente a ellos simulando un muro.