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Boss no sabía quién era ese chico que conversaba con el rubio ya desde hace unos largos minutos. No es que le molestara pero una sensación extraña lo invadió de un momento a otro y ahora ya no podía dejar de verlos.

Eso le pasaba por burlarse de sus amigos. Ya no lo volvería a hacer.

Se levantó de donde estaba sentado con todas las intenciones de acercarse a ambos, solo para asegurarse de que el menor no estuviera en problemas.

Su plan fracasó cuando a lo lejos una chica comenzó a acercarse correteando como colegiala enamorada en su dirección. Sabía de quién se trataba pero aún así Boss quiso pasar de largo e ignorarla pero la pelirroja le gritó provocando que muchos pares de ojos recayeron en él. Incluída la de Noeul.

-¡Oppa! -volvió a chillar la pelirroja acercándose cada vez más a él, al parecer importándole poco que estuviera llamando la atención de prácticamente todos en el campus.

El pelinegro cerró con fuerza sus ojos, soltando un suspiro se giró robóticamente en dirección a la menor.

-Aquí vamos de nuevo... mismo. susurró para sí

-¡Boss, oppa! -volvió a exclamar. La chica llegó hasta él con la intención de lanzarse en sus brazos, pero Boss la sujetó de los hombros y la alejó lo suficiente para que no invadiera su espacio personal.

-¿Qué quiéres, Freen? -preguntó entonces fingiendo tener prisa-. Tengo cosas que hacer, así que habla rápido.

-¿Por qué me hablas así? -puchereó la menor jugueteando con su suéter celeste-. ¡Yo solo quería invitarte a la feria! - chilló pisando con fuerza el suelo en forma de berrinche.

Boss quería llorar, no le gustaban las personas extremadamente chillonas y ruidosas, y la pelirroja era una de ellas. Muchas veces ya se había acercado a él para invitarlo a salir y demás, pero el pelinegro solo aceptó una vez y esa misma noche no pudo dormir debido a lo abrumador que terminó siendo la salida.

Freen quería salir con él, lo sabía porque Fort se lo había dicho tiempo atrás, pero él definitivamente no quería nada ni con ella ni con nadie.

Bueno, a excepción de una sola persona.

Boss era renuente a los berrinches y caprichos no hacían ningún efecto en él. Pero si venían de Noeul se volvía completamente débil.

Lo que no le gustaba era que invadieran su espacio personal y que lo acosaran. Y Freen hacia todo eso y otras cosas más que para nada estaba bien. Una vez incluso la encontró hurgando en su dormitorio cuando aún no tenía compañero, desde aquel incidente Boss cambió todas sus llaves y ahora atendía bien donde las guardaba.

Si algo así volvía a ocurrir sin dudar iba a tomar cartas en el asunto. Y la menor estaba más que advertida.

-¿Cuál feria? - preguntó curioso, fingiendo interés para que la pelirroja no terminara lanzándose en el suelo a lloriquear, porque sabía que era capaz de hacerlo.

La chica sonrío de oreja a oreja, balanceándose de una lado a otro mientras se acercaba lentamente al más alto, queriendo lucir tierna. Boss lo notó inmediatamente, y le comenzó a dar incomodidad.

-Mañana habrá una feria en la plaza del centro, ¿quiéres ir conmigo? -susurró melosa muy cerca del pelinegro.

Boss la volvió a sujetar de los hombros y con un poco de fuerza -ya que la pelirroja se resistía- la alejó nuevamente de su cuerpo a una distancia prudente.

-Suena divertido, pengo otro compromiso mañana -dijo fingiendo tristeza-. Otro día será... - y con eso hizo el amago de voltearse pero la pelirroja lo detuvo sosteniéndolo del brazo sin moderar fuerza.

Rude // BossnoeulDonde viven las historias. Descúbrelo ahora