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Noeul buscó entre sus cosas su libro de historia, faltaba poco para que la siguiente clase iniciara por lo que estaba apresurado. En medio de sus desespero sintió una presencia detrás suyo y por un momento su alma abandonó su cuerpo.

-Noeul-aquella persona dijo y automáticamente el mencionado se volteó, encontrándose a su hermano con una sonrisa resplandeciente en el rostro.

-¡Hermano! -exclamó el menor lanzándose a los brazos del mayor, este lo recibió gustoso- ¿Qué haces aquí? -preguntó separándose levemente de él- ¿No deberías estar en el trabajo? -preguntó.

-Debería, sí-asintió el más grande-. Pero me mandaron a entregar unos papeles y como me quedaba cerca de aquí pasé un momento a verte-dijo entonces-¿Cómo has estado? Ya pasó un tiempo desde la última vez que vine aquí.

-Estoy bien-dijo el rubio sin borrar la gran sonrisa de su rostro-. He estado estudiando, falta muy poco para los exámenes -informó.

-¿Tienes clases ahora? -preguntó First.

-¡Mhmmp! -emitió con un asentimiento de cabeza- Justo ahora estaba buscando un libro para mi próxima clase.

-Estoy tan orgulloso de ti, Eul -le dijo sincero al menor-. Siempre tan aplicado.

-Aprendí del mejor- el rubio sonrió.

El mayor se acercó de nuevo a su hermano para abrazarlo hasta que una tos fingida los interrumpió haciendo que ambos se apartaran.

-Hola, Phi-saludó el menor al pelinegro, este permanecía serio y con los ojos entrecerrados mirando al chico desconocido antes abrazaba a su chico.

-Hola, pequeño -correspondió el saludo. El chico frente a ellos frunció considerablemente el ceño.

Noeul se sonrojó hasta las orejas. ¿De verdad Boss le había dicho de esa forma frente a su hermano?. Dios, qué vergüenza.

Poco después sintió los brazos del pelinegro rodearlo por la espalda. Sintió un ligero toque de posesividad en el pelinegro cuando entrelazó sus dedos en su vientre, sin un centímetro que los separará.

-¿Pequeño? -cuestionó extrañado el mayor de ambos- ¿Por qué este tipo te dice así, Noeul? -preguntó entonces. El menor sonrió avergonzado.

Iba a responder pero el pelinegro se le adelantó.

-Le digo así cariñosamente -dijo con tono frío en su voz- ¿Por qué? -cuestionó, ambas de sus cejas alzadas - ¿Quién eres tú?

Noeul abrió su boca con asombro, quiso volver a hablar pero antes siquiera de abrir la boca su hermano fue quien lo interrumpió esta vez. ¿Por qué no le dejaban hablar?. Lloriqueó internamente.

-¿Disculpa? -exclamó con indignación- ¿Quién eres tú? ¿Y por qué abrazas así a mi hermanito? -dijo jalando del brazo al rubio para traerlo cerca suyo. Boss boqueó varias veces sin saber qué decir.

-¿Qué? -fue todo lo que logró decir.

-Aish-el mayor de los dos se cruzó de brazos -¿Qué tienes que decir con respecto a esto, Noeul? -le preguntó a su hermano.

-Este... en otro momento te contaré todo, ¿si? -haciendo uso de ojos ojitos de cachorro regañado el mayor terminó por asentir. Soltó un suspiro viendo con aire dudoso al pelinegro que parecía todavía consternado.

-¿Pero me dirás quién es este niño? -dijo señalando a Boss. Noeul asintió sin mucho problema - Creo que ya me he cruzado con él antes...

Boss abrió la boca para decir algo como que no era un niño, pero Noeul se acercó a él aferrándose a su brazo provocando que nuevamente no pueda decir nada.

Rude // BossnoeulDonde viven las historias. Descúbrelo ahora