Rude // Bossnoeul

Epílogo |Padres

La joven pareja dormía más que plácidamente.

Noeul tenía un brazo y una pierna sobre el torso del más grande, prácticamente sobre él, mientras que el mayor rodeaba su cintura con un brazo, la otra la tenía tendida en el espacio que tenía libre.

Ambos babeando entre sueños.

El móvil del rubio comenzó a sonar en toda la habitación, provocando que Boss fuera el primero en despertar, quejándose por lo bajo.

Levantó la cabeza para ver a su alrededor, encontrándose con nada más que oscuridad, y una leve luz proveniente del móvil de Noeul que no dejaba de sonar, haciendo eco en su cabeza.

Estiró la mano que tenía libre por sobre el menor para así tomar su móvil, cerró por unos segundos los ojos al no acostumbrarse a la brillante luz que provenía del celular y una que vez que pudo ver correctamente, trató de leer la pantalla.

Un "P' First" brillaba más que su propio futuro.

Alarmado y sin entender nada, miró Noeul quien seguía durmiendo plácidamente. No quería despertar al menor, pero tenía qué.

-Pequeño... -murmuró con la voz ronca por el recién despertar- Bebé -susurró en su oído está vez causando que el menor hiciera un sonido con la garganta-. First te está llamando le dijo entonces.

Ante la mención de su hermano, el rubio abrió sus ojos como si nada. Se enderezó con rapidez tomando su celular con los ojos entrecerrados.

La llamada se cortó pero no pasó mucho tiempo para que el contacto de su hermano volviera a brillar en la pantalla de nuevo.

Noeul contestó. Boss aprovechó aquello para dejarse caer a la cama. Cerró sus ojos con la intención de continuar con su sueño que tuvo que ser interrumpido de la forma más cruel posible.

-¿Hola?- el menor habló, más dormido que despierto - ¿Phi, por qué llamas a estás horas? -preguntó.

-¿Cómo que a éstas horas? -escuchó la risa del mayor del otro lado de la línea- Son pasados el medio día -le dijo.

Frunciendo el entrecejo alejó un poco el móvil de su rostro para verificar la hora. Y sí, eran pasadas las doce, siendo exactamente la una con veintisiete minutos. Volvió a colocar el móvil en su oreja.

-Ya, estaba durmiendo. No me había dado cuenta- le dijo. First bufó del otro lado.

-Bien, solo llamaba para decirte que nuestros padres estarán ahí como dentro de... -el mayor del otro lado de la línea observó su reloj en su muñeca- una hora -dijo.

-¿Qué? -Noeul abrió mucho los ojos.

-Que nuestros padres están en camino al campus -dijo lo más lento posible, para que su hermano lo escuchara mejor.

-¡¿Qué?! -Ahora estaba mucho más despierto que antes- ¡Mierda! -exclamó pateando las sábanas fuera de su cuerpo- ¡Boss! -gritó mientras que este soñaba lo feliz que era con Noeul alrededor de muchos perritos.

El menor se puso de pie sobre la cama, caminando sobre esta desesperado. Sin querer en medio de su crisis pisó al mayor en sus zonas sensibles, por lo que el grito de este no se hizo esperar.

-¡Phi! -volvió a exclamar.

-¿S-Sí? -el mencionado habló como pudo, retorciéndose en su lugar.

De un saltito el menor bajó de la cama, escuchando a su hermano reír aún en la llamada.

-Mis padres... -dijo buscando sus pantuflas de pollito- Mis padres están viniendo para acá.

Y ante la mención de aquello el mayor olvidó su dolor y miró a su pequeño novio con pánico creciente.

-¿A-Ahora? -preguntó tragando saliva.

-¡Sí!, ¡ya levántate!

Boss así lo hizo.

En medio de todo el desastre y cuando First cortó la llamada, ambos ordenaron lo mejor posible todo el dormitorio, que cabe recalcar estaba hecho un cuchitril, como la primera vez que Noeul llegó.

Una vez que arreglaron todo, ambos tomaron un ducha y pidieron una pizza que no tardó más de veinte minutos en llegar.

-¿Te diste cuenta siquiera que me pisaste en los huevos?-Boss dijo mientras que los dos estaban sentados en el sofá comiendo pizza mientras que esperaban por los padres del rubio.

-No, lo siento -dijo acercándose al mayor para dejar un beso en su mejilla-. Te lo recompensaré más tarde, ¿si?

Boss sonrió de lado ante una idea.

-¿Cómo lo harás? -preguntó acercándose más a su cuerpo -¿Mhh?

-Luego lo sabrás -fue todo lo que le dijo Noeul. Boss lo sujetó por la cintura y en menos de un parpadeó ya se encontraba sentado en sus piernas.

-¿Por qué no me lo muestras ahora?- el rubio contuvo un jadeo cuando las frías manos del pelinegro se colaron bajo su pijama, acariciando su espalda baja.

-Porque...

Y el sonido del timbre los interrumpió.

Como si el mayor quemara Noeul se alejó de Boss, y corriendo de forma adorable fue a abrir la puerta. Recibiendo a sus padres.

-¡Papá!, ¡Mamá! -El rubio chilló abrazando a sus mayores.

-Hola, hijo -habló su padre acariciando sus cabellos. Me alegra mucho verte.

-Y a mi a ustedes -les dijo sonriente-. Vamos, pasen, pasen -se hizo a un lado para que los mayores pudieran pasar.

Cuando Boss vio a los padres de su novio entrar se puso de pie automáticamente. Acercándose unos pasos a ellos.

-Hola, señores Nuttarat-saludó el pelinegro con varias reverencias-. Es un placer conocerlos-se frotó dramáticamente las manos en sus pantalones de pijama para luego extenderla a los mayores. Estos correspondieron su saludo.

-¿Este guapo chico quién es, Noeulie? -su madre preguntó al parecer encantada con Boss.

-Oh... -Noeul se colocó al lado del mayor, tomó su mano entrelazando sus dedos -Mamá, papá -les dijo notando la confusión en sus rostros-, él es Boss, mi novio -dijo finalmente, con una sonrisa en los labios.

-¡Oh por Dios! -exclamó feliz la mujer.

-¿Qué? -Pero su padre no parecía muy contento.

El ambiente desde ese momento se volvió tenso e incómodo.

Con el hombre mayor haciéndole muchas preguntas a Boss, quien nervioso respondía a todas ellas con Noeul dándole ánimos. Tampoco faltó la mirada de muerte que le daba cada vez que ambos se demostraban cariño frente a los mayores.

Pero no todo el día fue así, no desde que Boss mencionó que le gustaba mucho los autos, lo cual a su padre le fascinaban.

El resto del día resultó ser divertido, mucho más de lo que se esperaron.

Cuando los padres del menor se fueron Boss no tardó en pedir su recompensa. Noeul lo había olvidado por completo.

Ahora estaba en problemas.