20 |Final

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Decir que Boss estaba muy nervioso era poco. Hoy era sábado, día de la feria, y el gran día en el que le pediría a Noeul que sea su novio.

El menor no paraba de mencionar lo muy emocionado que estaba por ir a la feria, diciendo una y otra vez que ya quería que sea de noche, ya que ellos y sus amigos habían acordado asistir de noche.

-¡Phi! -escuchó que el rubio lo llamaba y sin hacerlo esperar mucho dejó el control de la televisión en la mesita frente suyo y se dirigió a la habitación del menor, en donde este se encontraba revolviendo entre sus ropas buscando un buen conjunto.

-¿Qué sucede, pequeño? -preguntó recargándose en el marco de la puerta viendo al menor con los brazos cruzados.

Noeul tenía los labios y el entrecejo fruncido, y cuando lo vio apoyado en la puerta se acercó a él dando grandes zancadas como un niño pequeño.

-No tengo nada bueno para ponerme... -puchereó frente al pelinegro.

-¿Cómo que no? -el rubio negó con la cabeza varias veces. Déjame ver -dijo entonces. Dejó un beso en la mejilla del menor para ir hasta el armario de este-. ¿Puedo? -preguntó, pidiendo permiso para hurgar entre sus cosas.

Noeul asintió sin mucho problema, acercándose hasta el mayor para apreciar mejor lo que hacía.

-Veamos... -tarareó Boss, rebuscando entre la ropa del rubio- Mira, estos pantalones puedes usar con esta remera -dicho esto le pasó unos pantalones a cuadros marrones que le quedaban sueltos, junto con una remera holgada blanca con una frase en inglés en el centro. Noeul sonrió emocionado.

-Me gusta mucho este pantalón -dijo tomando las prendas para dejarlas sobre la cama. El pantalón era de un color marrón claro, además de que le quedaba un poco grande, por eso era su favorita.

No le gustaba usar ropa muy ajustada, se le hacía muy incómoda.

-¿Qué más tenemos por aquí? -Boss murmuró para sí mismo. Noeul tenía mucha ropa, de diferentes estilos y colores. Caso contrario a él que la mayoría de su ropa eran de cuero y de color negro-. Esto puede servir también dijo entonces.

Noeul se giró hacia él. El mayor le entregó una boina negra, esta tenía algunas pequeñas decoraciones.

-Y estos también... -dijo entregándole esta vez un par de converse blancos.

El menor tomó todo lo que el mayor le entregaba, haciendo una figura en la cama con sus ropas. Sonrió al ver el resultado final.

-¡Me encanta! -chilló Noeul. Boss tenía muy buen estilo- Gracias.

Se lanzó a sus brazos siendo atrapado por el mayor. Picoteó sus labios varias veces haciendo reír al mayor, que poco después lo beso como era debido.

-No es nada, pequeño -dijo sujetándolo por la cintura.

-Phi... tengo que arreglarme -Noeul habló sobre los labios del pelinegro. Boss no le prestó atención y solo se dedicó a darle muchos besos, porque se había vuelto un adicto a sus besos. A todo él-Phi... -lloriqueó.

-De acuerdo -dijo rendido-. Ve -y antes de soltarlo volvió a besarlo.

Noeul piso fuerte el suelo con su pie provocando que el mayor riera en medio del beso para luego dejarlo libre. El menor aprovechó y rápidamente se dirigió al baño recibiendo en el camino un manotazo en su trasero, sorprendido se giró para regañarlo.

-¡Boss! -dijo esta vez antes de abrir la puerta del baño.

El mencionado estaba recargado nuevamente en el marco de la puerta, viendo esta vez en dirección al pasillo que daba camino al baño.

Rude // BossnoeulDonde viven las historias. Descúbrelo ahora