Todo era una apuesta. Un juego. Porque, ¿quién iba a enamorarse de un omega tan triste y monócromo?
Omegaverse.
Hyunjin Alfa x Minho Alfa x Jeongin Omega.
angst. romance.
Adaptación autorizada. Todos los créditos a @Hobibuba.
Advertencias: omegaverse fluff y angst. Minho Alfa x Hyunjin Alfa x Jeongin Omega.
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~Es peligroso cómo soy destrozado...
Jeongin se sentía demasiado cómodo, como si estuviera durmiendo en una nube suave que lo acogía por completo, que lo envolvía y lo protegía de todo lo malo en el mundo.
Nunca se sintió así. Nunca durmió tan bien.
Podía sentir una suave respiración en su nuca, pero qué importaba, los brazos de Minho eran calentitos, perfectos, lo envolvían con una facilidad que no hubiera creído posible. Su instinto omega murmuró que nunca quería salir de allí, que ese lugar era algo que no podría encontrar en ninguna otra parte.
No. Si había otro lugar como ese.
La noche en que Sunghoon lo atacó, Hyunjin lo envolvió con sus brazos cuando se quebró por completo y, extrañamente, se sintió como en ese momento. Como si un simple abrazo fuera lo que necesitara para protegerlo de todo, para cuidarlo de las cosas malas en el mundo.
¿Por qué Hyunjin y Minho tenían que abrazarlo de esa forma?
No lo sabía. No le importaba. Solo quería que lo abrazaran así a él, aunque sonara egoísta, aunque no estuviera en una posición decente para exigir aquello.
Se giró, abrazando a Minho de frente, enterrando su rostro en su pecho y suspiró para seguir durmiendo, Ilenándose con el fuerte olor alfa que exhalaba y lo envolvía completamente.
—¿Qué mierda significa esto?
Abrió sus ojos con el terror invadiéndolo, sentándose bruscamente sobre la cama, y echó a un lado los brazos de Minho, como si hubiera estado cometiendo un delito.
No, no, no, ¿por qué?
Dongyul lo observaba desde bajo del marco de la puerta con furia mal disimulada.
—Yo...
—Que gran despertar, Jeong.
Minho frotó sus ojos, sentándose también, aún amodorrado. Jeongin no dijo algo, liberando feromonas de miedo.
El de cabello negro frunció el ceño, levemente confundido, antes de mirar hacia la puerta. Su expresión cambió un poco, no demasiado, en señal de comprensión: estaba con Jeongin en una situación un poco comprometida y ese era el alfa que habitaba en la casa.
—No pasó nada— soltó, dejando salir un bufido.
Dongyul apretó su mandíbula.
—¿Tienes un novio, Jeonginnie?— preguntó ácidamente, con veneno en su voz.
El chico negó con fuerza, demasiado asustado para decir algo. Para poder sacar su voz, tratar de defenderse.
—Somos amigos— explicó Minho de pronto, notando el ambiente tenso.