Todo era una apuesta. Un juego. Porque, ¿quién iba a enamorarse de un omega tan triste y monócromo?
Omegaverse.
Hyunjin Alfa x Minho Alfa x Jeongin Omega.
angst. romance.
Adaptación autorizada. Todos los créditos a @Hobibuba.
Advertencias: omegaverse fluff y angst. Minho Alfa x Hyunjin Alfa x Jeongin Omega.
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~En esta negra oscuridad estás brillando tan intensamente...
Minho dejó caer su bolso en el suelo, en mitad del comedor, y volteó su mirada hacia Hyunjin. Su mejor amigo se encontraba en la cocina, preparándose una leche con cereal como desayuno, y con esa enorme sonrisa en su rostro.
No podía dejar de recordar el rostro de Jeongin, sólo minutos atrás, cuando se lo encontró de frente en la puerta. Venía con el rostro cubierto de rojo, los ojos brillando fuertemente, aunque con cierta expresión de pánico que no supo identificar bien. ¿Qué estaba haciendo el omega allí? Era la pregunta que rondaba por su cabeza, una y otra y otra vez.
Imaginarse lo peor le estaba provocando un retorcijón en el estómago, y más cuando recordó la llamada que compartió con el chico. ¿Es qué acaso cambió de opinión?
—Te mueres por preguntarme, lo sé— habló Hyunjin, y Minho se volteó a mirarlo, —pero te la haré fácil: no, no me acosté con él. Jeongin sólo pasó la noche aquí, pero no lo llevé a la cama, metafóricamente hablando.
Minho tuvo que sentirse aliviado al escuchar eso, pero fue peor: pudo sentir como el enojo lo invadía, porque Jeongin pasó la noche allí y no hubo nada sexual entremedio. Hyunjin seguía comiendo su desayuno como si nada, y el alfa mayor percibió el aroma a bebé de Jeongin en su mejor amigo.
—¿Por qué estaba aquí?— preguntó, tratando de no verse molesto, a pesar de que no podía soportar la situación. —Si no estaba aquí por la apuesta, ¿entonces qué hacía aquí?— Hyunjin parpadeó, observándolo. —¿Sabes cuál es la regla número uno o no?
Hyunjin bajó el bol donde tenía su desayuno, atónito por lo que estaba escuchando, y Minho se sentía aliviado de haberlo agarrado desprevenido. Eso era lo que necesitaba.
—¿O ya rompiste también la regla cinco?— siguió preguntando el alfa mayor. —¿Estás enamorado de Jeongin?
—¡No!— saltó Hyunjin, apretando su boca en un mohín de rabia. —¡No he roto ninguna regla, y menos esa!
Minho se encogió de hombros, fingiendo una indiferencia que no sentía. No podía creer que Hyunjin hubiera llevado a Jeongin allí, de seguro se besaron. No era ningún idiota, y si ellos no se acostaron, probablemente hicieron otras cosas. Hyunjin no habría desperdiciado una oportunidad como esa.
—La primera regla es estúpida— masculló Hyunjin, tratando de calmarse. No sabía cómo Minho le sacó tan rápido de los estribos, cuando sólo antes había estado en una nube al recordar los besos con Jeongin. —¿Por qué no traerlo? Aquí sería más fácil grabarlo cuando me lo folle.
Por dios, Minho se enojó mucho más al escucharlo decir eso con tanta simpleza, al hablar de Jeongin como si fuera un juguete.
Pero eso se supone que era. Ellos apostaron su virginidad como si no fuera nada para ellos.