Summertime (Meanie) [Terminada]

Capítulo Final

Año Nuevo. El sentimiento cálido de volver a empezar y los nuevos propósitos siempre son reconfortantes para todos aquellos que tuvieron un año duro o de cambios sensibles. Wonwoo despertó abrazado por Mingyu esa misma mañana y su corazón nervioso y emocionado se derritió completamente. Dos días después de Navidad, Mingyu decidió viajar con Wonwoo de vuelta a California y así contarles a la familia las novedades y aprovechar de pasar juntos las festividades.

Nunca se había sentido tan realizado y feliz como cuando Mingyu sostenía su mano o le abrazaba como si él fuera la parte más importante de ese mundo cruel.

La fresca brisa entró por la ventana mientras los rayos de sol calentaban sus pies. Había olvidado pasar la cortina pero, la emoción de la noche anterior le dejó mareado en felicidad. Su madre y su hermana habían presentado a sus respectivas parejas mientras los miembros de la familia Kim les habían llamado para felicitarles por los nuevos comienzos. Wonwoo deseaba con todas sus fuerzas que cada uno de sus objetivos fueran alcanzados poco a poco aunque para ello debiera empezar a pensar un poco más en sus propios sentimientos.

- Puedo oírte pensando desde aquí – susurró Mingyu en su oído con voz suave pero aún ronca por el sueño – Esa no es una manera bonita para despertarse en el 2024.

- ¿Y cuál es la manera correcta de despertarse? - se giró enfrentándole con una sonrisa y aquellos ojos dorados le veían con adoración - ¿Con un beso?

Mingyu rió en voz baja y se aprovechó de la sugerencia. Besar a Wonwoo tenía todo tipo de efectos en su cuerpo, alma y mente. Era como tocar el borde de las nubes y al mismo tiempo tener la necesidad de dejarte caer en un deseo latente de tatuar su piel con sus manos y sus sonidos desesperados. Pero ese era Wonwoo en general. Una mezcla perfecta de inocencia y maldad siempre tapiñada por la sonrisa brillante y la mirada expresiva.

- Te amo, Wonwoo.

Tantos años con las dos palabras atoradas en el pecho rasguñado que, el simple hecho de poder decirlas ahora era suficiente. Tenía al amor de su vida entre sus brazos, sonriendo de felicidad plena y sin tener la necesidad de ocultarle nada. Acariciar su piel, sentir la suavidad de sus manos entre las suyas y escuchar de a poco el latido fuerte de su corazón eran sus mayores regalos.

- Te amo más estoy seguro – dijo con un bufido y se dejó llevar por los labios traviesos del moreno de ojos dorados – Eres un peligro para mí.

- ¿Yo? - preguntó con inocencia sintiendo como cada parte del cuerpo contario comenzaba a despertarse – Tú tienes la culpa por ser irresistible.

- Kim Mingyu...

Sus palabras se cortaron en el mismo momento y se sumergió en el placer que su hombre le regalaba con solo un simple roce de sus manos o sus labios en los lugares correctos. Se enredaron en una danza especial donde el dar era más importante que tomar y para cuando Wonwoo llegó a su punto más alto con un grito ahogado, el moreno se dió cuenta de cuanto añoraba que aquel hombre de cabello negro, sonrisa cuadrada y alma pura se quedara siempre a su lado por el resto de sus vidas.

Mingyu cocinó ese día, claro está. Tenían la casa para ellos y disfrutaron de su compañía compartiendo anécdotas, planes futuros y aprendizajes positivos del año anterior que fue el mejor de sus vidas. El moreno sirvió una copa de vino blanco para ambos mientras disfrutaban de una lasaña casera y música suave al volumen perfecto.

- Este año quiero viajar a París – comentó el moreno – También a Santorini y a Italia.

- ¿Italia? - preguntó Wonwoo arqueando una ceja – Es un país bonito y agradable

- Nunca he estado en Europa, pequeño – aclaró el moreno con una sonrisa – Pero si voy con alguien....

- ¿Me estás invitando a Italia? - volvió a preguntar Wonwoo bebiendo un sorbo de su copa – Claro que iré contigo.