Don't try to use me (Sophie)

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Era lunes y Sophie estaba impaciente por ver al chico de cabello negro. Ella se arregló como siempre, usando ese perfume de frutos rojos, con rubor y un labial que lucía muy natural.

Al llegar a la escuela, Sophie se encaminó hacia su casillero, pero divisó a lo lejos a Stan con Wendy, compartiendo gestos cariñosos, lo mismo que solían tener ella y Stan. Ella no lo demostraba pero realmente sentía celos y tristeza, deseando ocupar el lugar que Wendy tenía.

Estando en clases la rubia recibió un mensaje de Stan, el le pedía que se vieran en el gimnasio después de clases así que ella felizmente aceptó.

Tras las clases, Sophie lo esperó impaciente en el gimnasio, donde Stan la recibió con un cálido abrazo.

— Te extrañé, Sophie. — dijo sinceramente, besando su frente.

— Yo también, Stanley. Necesitaba verte estos días. — respondió ella, sintiéndose como en casa a su lado.

Pasaron tiempo juntos, abrazándose, besándose y compartiendo detalles de sus días, hasta que Stan tuvo que irse y ella también. Sophie se dirigió a su trabajo en la cafetería de los Tweak.

Mientras atendía, la sorpresa la invadió al ver entrar a Wendy. La pelinegra saludó a Sophie con una sonrisa.

— Hola, Sophie, ¿trabajando duro? — preguntó con simpatía.

— Sí, necesito ganar dinero para ayudar a mis padres. ¿Qué te trae por aquí? — respondió Sophie.

— Bueno, solo quería un capuchino, pero ya que te encontré, ¿tienes tiempo libre para hablar? Necesito desahogarme.

— Claro, mi turno acaba en media hora. — aceptó Sophie sin tener opción.

Cuando Sophie terminó de trabajar, se acercó a Wendy y comenzaron a hablar de sus vidas, hasta que Wendy mencionó a Stan.

— Sabes, creo que Stan me oculta algo. Llámame loca, pero creo que sale con alguien. — confesó Wendy, dejando a Sophie con un nudo en el estómago.

— Oh, ¿en serio? ¿Por qué piensas eso? — respondió Sophie nerviosa.

Wendy compartió sus sospechas, y Sophie, nerviosa, solo pudo ofrecer palabras de apoyo. Al regresar a casa, la confesión la hizo reflexionar sobre su 'relación' con Stan. Sabía que algún día Wendy se enteraría, y eso la angustiaba.

Tras enviarle mensajes a Stan sin respuesta, Sophie, agotada, se recostó en su cama. Antes de caer rendida, redactó un último mensaje para el ojiazul: "Debes elegir, Stan, ¿Wendy o yo? No intentes usarme más."

Al día siguiente, Sophie se sintió hecha un desastre, y así fue toda la semana. Stan ni se molestó en responder a sus mensajes o verlos; algo que realmente desconcertó a Sophie.

No vio a Stan durante tres días hasta que llegó el viernes, el último día de clases. Estaba trabajando en la cafetería, y el sonido de la campana indicó que había nuevos clientes. Se volvió y allí estaba Stan, tan feliz como si ella no existiera, acompañado de sus amigos y con ganas de café.

— Hola, Sophie, quiero dos cafés, un capuchino y una malteada de chocolate. — dijo con simpleza, como si fueran solo amigos. Sophie tardó unos segundos en reaccionar, asintió y él le pagó antes de irse a sentar con sus amigos.

Sophie estaba realmente confundida y no podía pensar con claridad. Mientras preparaba las órdenes, uno de los amigos de Stan se acercó; ella sabía que era Kyle porque Stan siempre hablaba de él.

— Hola, necesito unas servilletas — dijo él. Sophie, para evitar más charla, simplemente se las entregó. - Gracias. Oye, Stan habla mucho de ti, dice que sabes demasiado de química.

— Eso creo. — lo miró con poco interés.

— Bien... gracias por las servilletas — él sonrió nervioso y con un ligero sonrojo en sus mejillas, a lo que ella rió suavemente.

Terminó el pedido y se los llevó; ni siquiera se atrevió a decir algo como "¡Disfruten sus bebidas!" Simplemente entregó los pedidos y volvió a su puesto, envuelta en una tormenta de confusión y sentimientos encontrados.

BEAM | stan marshDonde viven las historias. Descúbrelo ahora