Capítulo 9

1.6K 287 8
                                    

Saco mi teléfono de mi bolso, y marco el número de mi hermano Hoseok mientras corro a mi habitación.

―¿Cómo está Las Vegas? ―él responde la llamada.

―No vas a creer lo que pasó ―gruño mientras cierro la puerta del dormitorio detrás de mí.

Todavía no puedo creerlo.

―¿Qué? ―pregunta mi mejor amigo y hermano. Aspiro una profunda bocanada de aire.

―Me casé con Nam.

―¡¿Qué?!

―Nos emborrachamos y me desperté casado con el alfa.

―Si lo mataste, no me lo digas porque entonces no puedo defenderte.

―Todavía está vivo ―murmuro―. Tenemos que permanecer casados durante seis meses antes de que se me permita solicitar una anulación.

―Mierda, Jin. ¿Te dejo solo en Las Vegas por un fin de semana y te casas con Namjoon?

―Lo sé ―gimo mientras me desplomo en mi cama.

―¿Cómo se siente Namjoon acerca de esto? ―me pregunta―. Quiero decir, si él te ama, entonces esto es algo bueno, ¿verdad?

―Él no me ama ―murmuro―. Él piensa que esto es bueno para los negocios. ―Dejo escapar un resoplido de disgusto, odiando tener que desarraigar mi vida y dejar el único hogar que he conocido―. Tengo que mudarme con él y jugar a ser su esposo. Probablemente lo asfixie con una almohada esta noche.

―De nuevo, no me digas si estás planeando deshacerte de tu esposo. No puedo hacer una mierda para ayudarte entonces ―se ríe.

―Lo digo en serio. ¿Cómo voy a sobrevivir seis meses con él?

―¿Tal vez puedas sacar algo de sexo caliente del trato y finalmente olvidarlo?

―Ojalá. ―Recostándome en la cama, miro al techo―. ¿Cómo voy a ocultarle mi secreto?

―Pasa el menor tiempo posible con él. El hecho de que tengas sentimientos por él no significa que los merezca.

―Tienes razón.

―Además, después del primer ataque, el enamoramiento morirá rápidamente.

Dejo escapar un estallido de risa, un golpe en mi puerta me hace decir: ―Me tengo que ir. Hablaré contigo después.

―¡Buena suerte!

Termino la llamada y luego digo: ―Adelante.

La puerta se abre, y cuando veo a mi papá Tae, suspiro con alivio. Cierra la puerta y viene a sentarse a mi lado. Envolviendo un brazo alrededor de mis hombros, me pregunta: ―¿Cómo estás?

―No estoy seguro. Diosa, esto es un desastre.

―No tienes que hacer esto ―dice papá Tae―. Sé que todos los demás exigen seis meses, pero si no quieres darle una oportunidad a este matrimonio, entonces no lo hagas. No dejaré que nadie te obligue.

Envuelvo mis brazos alrededor de mi papá omega, abrazándolo con fuerza.

―No estoy seguro de lo que quiero, papá Taetae―admito.

Dios, mis emociones están por todas partes. No puedo creer que Nam y yo nos casamos.

Él se aparta y me mira a los ojos.

―¿Qué quieres decir?

Dudo por un momento, mientras mis pensamientos saltan por todos lados. Miro a papá a los ojos y luego le digo:
―Esto tiene que quedar entre nosotros.

Ante en velo de la mafia.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora