EPÍLOGO

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Veo a aquella mujer de cabello negro caminar en camara lenta, trae puesto un vestido largo blanco. está embarazada y yo estoy en un sueño.

Es un sueño, lo sé, pero esta vez es uno tranquilo y me permito vivirlo.

—hola— digo, mi voz se escucha en eco. La mujer tiene rasgos familiares. una nariz pequeña y respingada, cabello largo y negro como el carbon.

—¿stiles?— voltea a verme aunque no me ve. Todo va muy lento.

su voz retumba en mi cabeza

—¿quien eres?—pregunto, mi voz abandona mis labios lentamente.

—¿mi nombre?— dice de pie, quieta. está descalza y acaricia su vientre— esta es mi ultima bebe— dice sin responder a mi pregunta, pero dejo que hable— su nombre será Luna...

—es muy lindo su nombre

—lo es, hermano

—¿me dices a mi, a mi me llamas "hermano"?

—Pues claro, Stiles— dice sin mirarme, el bosque a nuestro alrededor baila al compás de su ritmo. ella se está meciendo de lado a lado.

—me confundes, yo no tengo hermana

—al menos no en tu mundo— dice, de pronto de manera brusca su cabeza se alza en mi dirección— no tienes que estar divagando otros mundos en sueños, Stiles.

—¿Cómo es tu nombre?

—¿Si te lo digo te irás?— asiento— soy la guardiana del bosque, Andrea Stilinski

me despierto.

Eso fue raro, pero no como una pesadilla, más bien como un sueño extraño y ya.

me desperezo en mi cama. Es lunes por la mañana.

—buenos días— abro los ojos. veo a Derek sentado al borde de mi cama— estas en mi habitación.

—si, asi es— dice acomodandome el cabello— dijiste que hoy debías levantarte más temprano

—y para eso puse la alarma— digo mirando a la derecha, el reloj estaba roto

—es que sonó y no sabía apagarlo... lo rompi, te comprare otro lo juro— sonrio divertido

—apagaste el reloj para despertarme tu mismo

—si

—que considerado— digo sentándome en la cama—¿y Eli?

—Estaba pensando en decirle esta mañana sobre nosotros, ya sabes...

—¿seguro?

—Claro, así después va a la escuela y tiene a sus amigos para compartir su opinión.

—Claro. vamos— digo levantándome. él me afirma por la espalda y me rodea con los brazos. salimos caminando abrazados hasta la cocina.

bajar las escaleras fue la parte más difícil, tengo que admitir

—Compré donas esta mañana, así que no tenemos que hacer el desayuno— dice Derek. lo volteo a mirar

—¿Pero a qué hora despertaste? son las siete de la mañana

—no es relevante esa información— dice yendo hacia la caja sobre la mesa.

suena el timbre y con derek nos miramos ¿quién será a estas horas?

Derek, que es el que está vestido, va a la puerta y la abre.

Parker entra apresurado

—hola, Derek— dice yendo hacia mi con una caja llena de archivos dentro— no tienes idea de lo que averigue.

Mi Amada Rosa NegraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora