Jujucortos

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"¡Expansión de dominio, sentencia mortal!"

Higuruma había activado su dominio, convirtiendo el lugar en una sala del jurado. Las paredes vibraban con una energía peculiar, encerrando no solo a Sukuna e Itadori, sino también a mí. La atmósfera se volvió tensa, como si el mismo aire estuviera bajo el escrutinio de un juicio divino.

Todo estaba saliendo según el plan. Solo un giro inesperado salvaría a Sukuna de esta situación, pero conociendo a Gege, eso no estaría tan lejos de la verdad.

"El 31 de octubre de 2018, se sospecha que Itadori Yuji cometió una masacre en Shibuya", anunció la jueza.

"Él no cometió el asesinato. La confesión que hizo en el segundo juicio era falsa; fue producto de su fuerte sentido de responsabilidad", declaró Higuruma, agarrando unos papeles que contenían la evidencia del caso.

"El verdadero culpable es Ryomen Sukuna-kun. Dentro de este dominio, el juez lo sabe todo, pero a mí no se me comparte esa información, excepto por esta evidencia. El veredicto se basará únicamente en los argumentos de nosotros cuatro", continuó hablando Higuruma como todo un abogado con licenciatura.

Mientras Higuruma actuaba como todo un abogado, pensé en lo difícil que fue convencerlo para incluirme en el dominio. Yo tenía un plan si el juicio no terminaba bien, pero parece que no me necesitan; todo parece ir según el plan original.

"Objeción", un grito sorpresivo detuvo a todos en seco. Nos miramos entre los cuatro, pero ninguno pareció saber de quién fue el grito.

La jueza, con un gesto serio, miró a la fuente del grito. Una figura que estaba de pie en un rincón oscuro de la sala del juicio. Nadie parecía haber notado su presencia hasta este momento. Una vez que la figura caminó al frente, Higuruma, Itadori y yo nos quedamos con la boca abierta cuando vimos quién era.

"¡Mahoraga!" exclamó Sukuna, mostrando una sonrisa. No solo Mahoraga aún estaba con vida después de ser tomada por muerta a manos de Satoru, sino que también llevaba puesto un elegante traje y en sus manos tenía un maletín. El general Mahoraga se había adaptado al dominio de Higuruma, convirtiéndose en el abogado Mahoraga.

La aparición inesperada de Mahoraga, ahora transformado en un elegante abogado, dejó a todos en la sala del juicio atónitos. Sukuna estaba visiblemente complacido por la llegada de su aliado, mientras que Higuruma, Itadori y yo nos mirábamos entre nosotros con incredulidad.

La jueza, recuperándose de la sorpresa, permitió la presencia de Mahoraga en el juicio. Parecía que todos estaban improvisando en este inusual enfrentamiento legal dentro del dominio.

Mahoraga se dirigió al centro de la sala con una confianza sorprendente. "Objeción", dijo con voz firme, capturando la atención de todos los presentes.

"¿Objeción?" Higuruma frunció el ceño, aparentemente desconcertado por esta nueva vuelta de los acontecimientos.

"Mi cliente, Ryomen Sukuna, no cometió los crímenes en cuestión. De hecho, ni siquiera estaba presente en Shibuya el 31 de octubre de 2018", afirmó Mahoraga con una seguridad impresionante.

"¡Miente!" exclamó itadori, apretando los puños.

Mahoraga abrió el maletín y sacó un conjunto de fotografías y documentos. "Tengo pruebas irrefutables de que Sukuna no estaba en Shibuya el 31 de octubre de 2018". Sukuna sonrió de manera intrigante, observando cómo su abogado presentaba las pruebas. 

Las fotografías fueron mostradas a todos, revelando a un Itadori Yuji sonriendo de forma maquiavélica. Sin embargo, este Itadori tenía tatuajes en la cara, marcando una clara diferencia con el verdadero Itadori que estaba presente en la sala.

Reencarnado en Jujutsu KaisenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora