Capítulo V

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Hola a todos! Ya en la recta final jeje. No olviden comentar y votar. 

Pd: Aquellos que preguntan por otras historias en una historia, vuelvo a repetir, no tengo fecha de actualización exacta. 

Besos y abrazos. 

Cuando llegaron por la mañana a la cabaña que Aegon había rentado en la isla, Rhaenyra sonrió viendo el lugar. 

Era hermoso, realmente hermoso, e intentó no sentir nostalgia por pensar que habría dado su vida por estar en un lugar así junto a su esposo.

No quería hacer sentir mal a Aegon.

- Sé lo que piensas- susurró Aegon sacándose la camisa para ponerse cómodo- No tienes por qué ocultármelo- dijo Aegon sentándose en la cama y ella sonrió.

-Gracias Aegon- sonrió ella y él sonrió.

- ¿Para qué son los hermanos?- preguntó él y ella le tiró un cojín encima.

- No me recuerdes eso- dijo ella mirándolo- Que esté casada con mi tío no significa que no tenga pudor por aparte estarme follando a mi hermano- dijo ella sintiéndose como la peor de las zorras cada vez que decía eso.

Podrían haber dormido, estaban cansados, pero durmieron en el avión, además tenían solo un día y medio para disfrutar de esa isla paradisiaca, y Aegon quería que Rhaenyra disfrutara al máximo ese viaje.

Si existía un Dios, él sabía que Rhaenyra necesitaba urgentemente salir de esa casa.

Rhaenyra vistió un hermoso vestido de playa de color rojo, y Aegon solamente usó unos pantalones holgados y la camisa abierta.

Estaban en esa isla para disfrutar, y eso era lo que harían.

Aegon le quitó el teléfono cuando ella intentó llamar a la niñera para saber como estaban sus hijos.

- No, ellos están bien, nada de teléfono- dijo Aegon y Rhaenyra suspiró.

Era difícil, pero nada pasaría en un solo día.

Fueron a desayunar a una cafetería con vista a la playa, y luego fueron a hacer algunas compras.

Rhaenyra moría de ganas de comprar recuerdos para sus hijos, pero eso habría sido una imbecilidad.

No podía llevarle a sus hijos, un recuerdo de a donde fue con su amante. Además, Daemon la descrubriría.

Luego de comprar un almuerzo rápido y almorzar como dos adolescentes sentados en la arena, bebiendo un refresco, descansaron bajo el sol y luego fueron a nadar.

Rhaenyra sonrió nadando en compañía de Aegon, disfrutó de enrollar sus piernas en sus caderas y de besarlo en el mar. 

Nadaron a una isla casi desierta y disfrutaron de follar en la arena tantas veces como su energía se los permitió y luego caminaron por las dunas para volver hacia el hotel.

En la noche, fueron a una fiesta en la playa y bailaron y bebieron hasta altas horas de la madrugada, luego tuvieron sexo hasta que agotados y cansados se quedaron dormidos uno encima del otro.

Muy lejos de allí, Daemon arrojó lejos su teléfono mientras Jacaerys intentaba calmarlo.

Había regresado temprano a casa, pero no tan temprano como para saber lo que había pasado.

Había llegado temprano luego de su conversa con Corlys, tan en shock que lo único que pudo hacer fue conducir hacia su casa y tratar de entender lo que pasaba, sin embargo, no pudo pensar en nada, cuando se dio cuenta que la maldita niñera había abandonado a sus hijos y se había robado algunas cosas de la casa.

El escondite de los dragones (Daemyra endgame)Where stories live. Discover now