Capítulo IX

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Hola a todos! Acá un nuevo capítulo jejejeje, recuerden que solo son 10 y el próximo ya es el final jeje.

Besos y abrazos.

Cuando Rhaenyra despertó, Daemon se dio cuenta de que a pesar de sus duras palabras para ella el día en que Rhaenyra entró al hospital, él no podía dejar de amarla.

La amaba, no imaginaba la vida con ella, pero cada vez que intentaba acercarse a ella, decirle que todo estaría bien, aunque ni siquiera él lo supiera, él recordaba las imágenes, recordaba a Aegon admitiendo haberse follado a su esposa por 8 meses, y luego recordaba a la hermosa niña que estaba en cuidados intensivos.

Rhaenyra no tenía idea que fue a él a quién le dieron a Aemma para que la cargara antes de llevarla a la incubadora.

Rhaenyra no tenía idea que él había dejado a Jace a cargo y había corrido al hospital cuando Viserys llamó para criticarlo por no estar con Rhaenyra que estaba dando a luz.

Él pensó que ella había salido, no pensó que algo le pasaba. 

Aún no entendía por qué no lo llamaron del hospital,  pero al menos esa llamada había traído a Viserys de regreso, aunque fuera para gritarle a él. Él estaría para Rhaenyra, y ella ya no estaría tan sola. 

Esos cinco días que ella pasó en coma, no dejó de culparse cada minuto, le había dicho que fingieran que estaban divorciados, había rechazado su obsequio cuando ella solo lo estaba intentando. Ella estaba embarazada, y él no había tenido consideración alguna con ella.

Iba a pedirle a Viserys que cargara a Aemma cuando la enfermera la trajera, Viserys estaba casi preparado para sostenerla él sabiendo los problemas que ellos tenían en su matrimonio, y sabiendo de la duda que existía sobre la paternidad de esa niña, sin embargo, una amable enfermera ni siquiera le preguntó, solo llegó con la niña envuelta en mantas rosadas y se la entregó.

- Su hija, señor Targaryen- dijo ella sin darle la oportunidad de negarse.

Era tan pequeña, luchaba por vivir, solo tenía minutos para estar con ella antes de que se la llevaran de forma urgente a una incubadora.

La miró en sus brazos y sonrió. 

- Mi pequeña niña- dijo él acariciando su cabecita- Mi dulce pequeña- dijo él sabiendo que no importaba en absoluto quién fuera realmente el padre de la niña, él la amaría incondicionalmente, como amaba a todos sus hijos. 

Estaba total y absolutamente seguro de eso. 

Viserys palmeó su espalda y Daemon vio a su hermano llorar viendo a la niña, y luego el infierno cayó sobre ellos cuando vinieron por la niña y les informaron que tanto Rhaenyra como la niña serían trasladadas a cuidados intensivos.

- ¿Qué ocurrió con mi esposa?- fue lo primero que él había preguntado, y tuvieron que detenerle de entrar a donde ella estaba siendo intervenida.

- Daemon, tienes que calmarte ¿Está bien?- dijo Viserys que estaba aterrado, pero calmar a su hermano era primordial pues él podría hacer un escándalo que no ayudaría en absoluto a Rhaenyra.

Luego cada uno de esos cinco días, en donde ella no despertaba, él estuvo a su lado. Viserys intentó enviarlo a casa, sus hijos necesitaban de él en casa, Jace no podía solo con los niños, pero él le rogó a Viserys que fuera él a casa, porque él se quedaría con Rhaenyra.

Viserys fue a cuidar a los niños que rogaban poder ir a ver a su madre, pero en el hospital jamás se permitió.

Rhaena y Baela le prepararon un bolso con ropa para que él pudiera quedarse en el hospital, dormía en el sillón de la habitación del hospital, se duchaba en el baño de la habitación y comía lo que Viserys le llevaba porque ni siquiera quería bajar a la cafetería para no dejarla sola a ella.

El escondite de los dragones (Daemyra endgame)Where stories live. Discover now