Dabi había salido para cubrir su rastro, eso había dicho pero más bien era una escusa para calmar a su agitado corazón. No entendía como era posible que sus emociones se salieran de control tan fácilmente. Suspiro agotado mientras se sentaba en una saliente de la montaña, la luz de la luna iluminaba todo a su alrededor brindando un hermoso paisaje, se sorprendió al ver qué su primer pensamiento fue volver por ti y mostrarte todo aquello. Inmediatamente después comenzó a maldecir para sus adentros, odiaba los momentos en que sentía que estaba siendo obligado a cambiar.
Todo se sentía como aquel día del pasado, aquella mañana en la que asustado corrió a buscarla solo para que ella le confirmara lo que temía, los rastros de su vínculo se estaban desvaneciendo y ahora podía sentir lo mismo, cualquier rastro de amor del pasado se desvanecía por completo dando paso a un simple recuerdo. Nuevamente tenía miedo de perder aquel amor no correspondido pero algo que lo alteraba aún más era el hecho de que aún podía sentir tu cuerpo recargado en su pecho, tu calidez, tu aroma, todo lo que experimento hace solo unos momentos lo estaba volviendo loco pues quería más. Sacudió la cabeza buscando deshacerse de esos pensamientos pero le era imposible eliminar el recuerdo de tu cuerpo sobre sus brazos.
—¿Te diviertes?— soltó levantando la vista hacia el cielo mientras observaba al astro sobre él —¿Disfrutas jugar conmigo?— habia un poco de dolor en su voz.
De pronto soplo un viento tan fuerte que lo forzó a cerrar los ojos, un parpadeó después todo a su alrededor había cambiado. El lugar se encontraba iluminado como si fuera de día y la naturaleza era más abundante.
—Bienvenido seas heredero de la sangre de fuego— se escuchó a sus espaldas. Dabi se giro rápidamente en posición de ataque para ser recibido por una mujer de extraña apariencia que no tardó en reconocer, su cabello parecía tener la noche en el y sus ojos tenían el resplandor de las estrellas.
—Eres exactamente como ella te describió— soltó aún presa de la sorpresa.
—Y tu desafío hacia mi es tal como lo esperaba— sonrió —he venido a aclarar tu resentimiento—
—¿Y aclararlo servirá de algo? Honestamente no se que esperaban que yo sintiera después de haber estado jugando con mi vida— le resto importancia al asunto provocando un brillo especial en los ojos de aquella mujer, pues ningún otro humano se atrevería ha hablar de de esa manera tan despreocupada, era evidente que en la expresión de Dabi había el mismo rastro de respeto que de miedo.
—Nadie ha jugado con tu vida—
—¿Te molesta si me río?— se burló sin importarle que un ser tan poderoso estuviera frente a él, no le temía, nunca lo había hecho y eso era algo que los dioses adoraban de él —desde que nací ustedes han decidido cada paso en mi vida, ni si quiera sé si mis sentimientos son realmente míos o es un truco de parte de ustedes—
—Tu destino ciertamente ya está establecido, al igual que el de todos los seres que habitan está tierra pero nada esta realmente impuesto, la vida no es inalterable—
—¿Me estás diciendo que realmente tengo palabra en esto? ¿Puedo cambiar lo que ya decidiste para mí?— pregunto Dabi incrédulo y la deidad frente a él asintió sorprendiendolo.
—¿Deseas ser un alma gemela no destinada a ser amada o deseas amar a quien no es tu alma gemela?— entonces sonrió —¿O simplemente deseas escoger a quien amar? ¿Deseas la libertad de decidir entre la soledad y la compañía?—
—Me dices esto pero ambos sabemos que quién tiene la última palabra no soy yo—
—El reino de las estrellas no es como los mortales piensan, no son simples objetos en nuestro tablero, si bien es cierto que podemos intervenir la mayoría de los seres nacen buscando a su otra mitad no podemos cambiar eso, sin embargo hay excepciones, seres sin un destino definido, seres con la libertad de escoger a quien amar—
ESTÁS LEYENDO
Siempre detrás de ti [Dabi y tú] PAUSADA "Saga De La Madre Luna"
FanfictionLibro 3 El reino había caído en el caos y con la esperanza de algún día recuperar el trono te ocultaron. Creciste preparándote para en un futuro tomar el lugar que te correspondía. Pero alguien descubrió tu existencia y todos los planes debían adela...