Capitulo 2

152 12 0
                                    

(3310 palabras.)

Ya estaba casi todo listo, la comida se encontraba en la gran mesa, la habitación estaba cerrada con el aire acondicionado prendido para que ningún bicho se asome, la decoración en su respectivo sitio, llena de telarañas, muñecos parados que daban...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Ya estaba casi todo listo, la comida se encontraba en la gran mesa, la habitación estaba cerrada con el aire acondicionado prendido para que ningún bicho se asome, la decoración en su respectivo sitio, llena de telarañas, muñecos parados que daban miedo, cintas que ponen en una escena del crimen con manchas de sangre falsa, entre mas cosas y todo gracias a la ayuda de Niall. El cielo ya estaba oscuro y lleno de estrellas dejando que las luces brillantes de la fiesta se vieran increíbles, lo único que faltaba, o más bien, para terminar, era que el dj prepare el sonido.

"Falta media hora Hazz, me tengo que ir para ir a traer los barriles antes que llegue la gente. También, tengo que ir a ver a Barbara, ya debe estar vestida." El secretario mordió su labio de solo imaginar a su bella mujer, con su traje pegado a su cuerpo, el maquillaje que resaltaba su belleza, sus largas piernas y desprendiendo un dulce aroma por el perfume. "Ya me la imagino, tan bella."

"No te vayas todavía, quiero mostrarte algo antes."

La emoción que se palpaba al hablar era desbordante y su amigo no tuvo el corazón de decir que no. Sabía lo extrovertido que era el chico de rizos, Barbara era igual y amaba a esas dos personas, claro, de diferentes formas. Al hombre de una forma de hermanos y familia, en cambio a su prometida, de forma amorosa. Sin embargo, sabía que iba a estar para ambos cuando lo necesiten, los ayudará, los cuidará y protegerá con su vida.

"¿Qué es lo que me quieres mostrar?"

"Ven." Agarro su mano y lo jalo escaleras arriba, el rizado casi cae de cara al estar corriendo, pero el otro lo estabilizo rápido. El ojiverde podía ser para alguien que no lo conoce el hombre más intimidante, o hasta puede dar un toque de un tipo gruñón y sin una pizca de humor; pero luego de conocerlo y pasar tiempo con él, se dan cuenta que es un bebé con piernas de bambi. 

Al estar ya en la entrada de su habitación, ambos hombres suspiraron. 

"¿Sabes? Podíamos ir caminando lentamente, como seres humanos normales." Hablo agitado. "¿O crees que tengo ocho vidas como los gatos, pequeño bambi? Casi me desnuco subiendo las escaleras."

"No seas exagerado." rodó los ojos con diversión.

"¿Qué no sea exagerado? Exagerado mi culo."

"No tienes." apretó sus labios para no reírse en su cara.

"Todavía tienes que ser una pequeña mierda.”

"Lo siento, lo siento, es que estoy muy feliz y eres la única persona que está aquí conmigo." Le dio un beso en la mejilla. "La única que se queda."

El más pequeño puso una mueca en su rostro. "Okey, pero la próxima subimos las escaleras despacio, sino yo mismo te empujo por andar de loco."

Entraron al cuarto, era la habitación más grande de la casa y la más bonita. Los pisos eran de madera e igual que todos los muebles como, el tocador, el armario y el escritorio. Este tenía un balcón pequeño que dejaba ver la luna y donde dos banquetas y un cenicero en medio lo decoraban.

Harryween [LS] ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora