Final

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El hombre detrás suyo, caminando por la sala con sus manos entrelazadas, era increíble

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El hombre detrás suyo, caminando por la sala con sus manos entrelazadas, era increíble. No podía creer que un simple beso lo dejaría con las piernas temblando y con la cabeza más arriba que las nubes. Su mirada quemaba en su espalda mientras esquivaban a los que todavía se mantienen en la fiesta, la sensación no le disgustaba ni un poco, solo quería más.

La música estaba en segundo plano y las miradas que les daban sus invitados, igual. Lo único que escuchaba eran los fuertes latidos de su corazón, creí que en cualquier momento se iba a salir de su pecho, no era nada normal. Relamió sus labios y negó al darse cuenta lo que iba hacer cuando entraran al baño. Sería follado por ese guapo hombre y lo iba a malditamente disfrutar, pues cuando sus caderas al bailar se restregaron en los pantalones, sintió claramente el miembro grande y duro de Tomlinson.

Sería llenado tan bien.

Giro su rostro sin dejar de caminar y cuando lo vio, su cara se calentó y su pene dolió. El oficial retenía su labio inferior con los dientes, mientras recorría con la mirada las piernas y trasero del rizado. Tan lascivo y profundo que lo dejaba sin respiración, nadie en toda su vida lo había visto así, perdido y deseoso de encontrar algo que ni él sabía, en su interior. Nunca anhelo que alguien lo tomara de la forma en que ahora su cuerpo y mente querían, que lo follara con fuerza, que lo haga gemir hasta que su garganta ardiera y sentir el escozor que produce al tragar saliva.

Los pocos hombres que se acostaron con él solo buscaban una noche de sexo, y eso estaba muy bien para el ojiverde, el también lo buscaba. Sabía que no conocía a la otra persona y que solo quieres disfrutar antes de ir a la vida real, pero siempre iban a Harry para satisfacerse a ellos mismo, dejándolo a un lado; puede ser que siempre tuvo mala suerte y que eso interfiere un poco en dejar a lado su vida sexual y centrarse muchos más en su trabajo. Pero justo en este momento el chico de pómulos afilados hacia todo lo contrario, el bonito Dorothy sabía que el policía lo podía tocar sin sus manos, abrazarlos con los ojos y hablar sin palabras, porque esta noche no era igual a las otras.

Y por eso, le mostraría que lo podía hacer suyo. Solo por unos minutos.

Entraron al baño del primer piso y sin perder tiempo Harry cerró la puerta y con un movimiento súbito empujó al ojiazul contra la superficie de madera, teniendo las manos en su pecho y mirándolo para ver su rostro serio. Comenzó a bajar lentamente hasta la entrepierna de Tomlinson, acariciando de arriba hacía abajo su miembro sobre la tela azul cuando llevó a su objetivo, queriendo saber qué era lo que iba a tener en su entrada. Los deliciosos suspiros alentaron en hacer su siguiente movimiento, apretó con un poco de fuerza costándole, por obvias razones, un gruñido al contrario. Esas reacciones fueron las evidencias de que no era él único con la desquiciada idea de otorgar al otro todo lo que podían.

Se acercó lentamente para besarlo, pero este fue interrumpido por el agarre en su cintura y una sonrisa ladeada. Sus labios se abrieron por la sorpresa de ver las pupilas dilatadas del oficial, como si derepente todo cambiára. Antes de que parpadeara el castaño lo giro, poniéndolo en su antiguo lugar, volteando los papeles.

Harryween [LS] ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora