Isabel se fue de la casa ayer, y hoy nos dieron la noticia del teléfono. El teléfono consistía en un teléfono fijo el cual sonaba y para quien conteste puede haber un beneficio o desventaja, y podía atender cualquier participante.
El teléfono sonó y Zoe fue quién atendió, y su noticia fue quedar en placa, pero por otro lado por segunda vez atendió Juliana y su noticia a diferencia de Zoe fue obtener la inmunidad está placa.
Santiago ya había estado con nosotros, ya habíamos comido, la gran mayoría se encontraba en sus cuartos pero mí mente no me permitía dormir o siquiera acostarme sin pensar en Lucas. Ya eran las 00:00 llegando el día 9/1, el cumpleaños de Lucas y tal vez por eso no podía pensar en otra cosa.
Salí del cuarto sin responder las preguntas de Zoe, me pare enfrente de la puerta del confesionario esperando que suene indicándome que podía entrar. Una vez dentro hable, inevitablemente con la voz baja y desanimada.
— Hola, buenas noches. Quería pedir algo, solo un rato.
— Buenas noches, Decinos.—
— La guitarra, solo un ratito.— Dije viendo mis pies, sentía mis ánimos al piso. Un dolor de cabeza leve, un peso en mí cuerpo y una sensación de vacío...
Varios segundos después me contestó.
— Valentina, podes agarrar la guitarra pero antes de irte a dormir la tenes que traer.— Gracias.— Me pare tomando la guitarra a un lado de las fotos de los participantes.
Con la guitarra en una mano y jugando con mí short negro con la otra. Mí vista en el piso y pasos arrastrados.
Llegué al patio solitario, me senté en la reposera acostándome. Había una fina manta la cual aleje para poder sentir el frío en mí cuerpo, acomodé la guitarra en mis piernas y despacio comencé a tocar las cuerdas al ritmo de Plegarias. Plegarias no tenía guitarra en si, sino piano y violines, pero tampoco quedaba bien.
— Te encontré plasmado, culpable. Deteriorado, nunca tan amable Yo voy del infierno al sol Que vuelvo por ti, sino no lo intento.— Toque la última cuarta dejando un golpe más fuerte de lo que quería en la guitarra.
— Búscame, no diga' a dio' Qué solo por ti yo le rezo. Yo voy del infierno Qué solo por ti yo vuelvo Búscame cuando haya amor Qué solo por ti a dios le rezo
— Lloran en las iglesias Rogándole a dios Qué tenga paciencia Qué no se olvide de vos.— En mí garganta comencé a sentir algo que me impedía hablar, mis ojos se aguaron.
— ¿Quién mato tu inocencia hoy? Dime dónde está el asesino del cuento Yo voy buscando el final La historia de hoy yo te la cuento.— Una lágrima se deslizaba lentamente por mímejilla, sin embargo no me inmute.
— si voy, calor infernal Desencuentro fatal que ya no te veo Si estás empieza a gritar Comienzo a pensar que ya no te siento. Me duele muy dentro del corazón Enciendo y pretendo que actúe como yo.
Cante devuelta el coro sintiendo mis dedos ponerse duros.
— A dios le rezo, caigo nos tiempos Ya no me importa perderme muy dentro Te tengo en mí mente todo el tiempo Todo el tiempo estallo por dentro.
— Y mí corazón se encuentran fatal Qué tu no me quiere', está mierda me va matar Que voy por el mundo vacía Pensando en sanar está herida, hoy.— Las lágrimas se hicieron más frecuentes pero las ignore.
Deje de cantar ya que la última parte era probable la más parecida a mí vida actual.
— Valen.— Escuché la voz de Bautista quien se sentó conmigo y rápidamente saque mis lágrimas de mí cara.— ¿Estás bien?
— Si, si.
— ¿Por qué lloras?
— No, por nada, es que... — pensé varios segundos.— ¿Vos sabés de qué trata la canción?
— No, de que.
— Se trata de una pareja, que el se vuelve alguien malo para ella y su familia le prohíbe verlo. El fallece.— Dije viéndolo, el prestaba atención a cada palabra mía.— Por eso lloraba, me gustan mucho las canciones que cuentan una historia, por eso escucho tanto milo.— Solté una risa amarga.
— No sabía. Pero tampoco creo que sea solo por eso, no me tenés que contar valen.— Me abrazo pero mí mirada seguía pérdida.
—¿Cantas? — pregunté pasándole le guitarra.
El asintió, me acosté en su regazo escuchando como cantaba algo a lo que no prestaba atención; cai en la realidad cuando deje de escuchar su voz y la suave melodía de la guitarra. En vez de eso sentí sus manos dejando masajes torpes en mí pelo, cerré los ojos.
— Gracias bau.— Me gire a verlo con los ojos llenos de agua y lágrima. — Encerio.
— Te quiero valen..
— Yo también.
Sentí su beso en mí mejilla y solo pude resaltar su calor corporal.
Los minutos pasaron, o tal vez las horas pero ahí seguimos. Ahora estábamos los dos en sillón de adentro abrazados con un manta fila tapandonos. Bautista dejaba acaricias en mí brazo destapado.
Ya había dejado de llorar hace varios minutos, me había tranquilizado ya que no quería que alguien o Bautista me vea llorando.
— Bau, vamos a dormir, ya es tarde.— Dije sentándome, ya se habra aburrido como una papá.
— ¿Vamos?— Me pregunto desorientado, asenti. Se levantó y tomando mí mano me arrastro a su cuarto. Me refería a dormir solos pero bien. — Acostaste.— Dijo sacándose las zapatillas para acostarse conmigo.
— Bueno, mándame que m gusta.— Dije irónicamente.
— Bueno, dale hacerme caso. — Me siguió la Irónia. — o te voy a mandar que muerdas afuera.— Reí sin gracia.
— Ajam, Dormite Bautista o vas a ir a dormir con manzana.— Dije acomodandome.— Mejor, con Denisse como el día que reyes.— Dije recordando.
— Furia nos mandó.—
— Ajam..— Le reste importancia. — Bueno, ahora podes elegir igual.
— Elijo dormir con vos.— Dije tapándose y dejando besos pequeños en mís mejillas.
— Valentina, Bautista, Deben dar el consentimiento.— La voz de Gran hermano hasta sonó más fuerte que de costumbre. Los aplausos y chiflidos no se hicieron esperar, ¿No estaban durmiendo?
Emmanuel prendió la luz y a la primera persona que encontré fue a Alan con su cama enfrentada a la de Bautista, seguí viendo para encontrarme con Denisse quien tenía su vista fija en Bautista. Me acosté y al ver cómo Bautista los callaba y solo se dejaba abrazar por mí sonreí genuinamente.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
