VERSUS. - gran Hermano.

24!¡

El día de hoy fue bastante aburrido, ordinario, común. Ahora estábamos yendo a la arena para hacer la prueba semanal.

Nos sentamos cada uno en su lugar por órdenes de Gran Hermano esperando a empezar.

—  Cabeza abajo.—  Dijo Alan.

— ¡Actitud!—  Grito Emmanuel.

—  Atentos, comenzamos en 3,2,1 .

Comenzamos a hacer las señas con Furia dirigiéndonos. Santiago del moro nos pidió una vez más y eso hicimos.

— Espectacular, chicos espectacular. Pasaron la prueba y cuidenlo mucho.— Nos advirtió.

Volvimos al comedor, mientras Santiago nos habla. Mí atención no estaba en el y ni siquiera sabía en que; volví a la realidad cuando Zoe se acercó a mí ya que alguien estaba entrando a la casa.

—  Hola, yo soy Virginia.— Se presentó el reemplazo de Carla, una mujer de edad adulta, muy parecida a Laura ubfal y aparentemente, aburrida y tal vez, preferible.

(...)

Ahora me encontraba en el comedor cuando entro Bautista con cosas para lavar, se acercó a mí que estaba sentada en la mesada y mientras lavaba me habló.

—  ¿Qué onda 'Valentain'?— Dijo su nuevo apodo, esperando mí respuesta tarareaba su canción la cual no sabía.

— ¿Qué onda Bautista? ¿Te gustó el amor de tu vida?- Lo carge por decir que el nuevo participante tal vez sea su nuevo amor.

— Uff, ahí vamos, es complicado.— Dijo en broma siguiéndome.

— ¿Así?— Asintió.—  ¿Pero y Denisse?

—  No, ya no me gustan más las rubias

— Virginia es rubia.—  Recordé.

— Cierto.—  Me gire al escuchar la puerta abrirse, era Denisse quien solo lavo algo y se volvió a ir. Seguía tarareando

— ¿Algún día Bautista Mascia va a hacer lo que dijo de cantarme? O ni ahí. — Fruncí el ceño.

— Si, algún día si.—  movió su mano mojada hacía a mí para mojarme la cara, logrando su cometido.

— ¿Cuando es algún día?

— Cuando me den otra vez la guitarra.— me aseguro.

—¿ No sabes cantar sin tocar? ¿Cómo se llama tu grupo?

— Si se pero quiero la guitarra. Tocó para vos se llama.

— Tocó para vos.— repetí.— ¿ Vas a tocar para mí?

— Si, o a vos.— Dijo lo último por lo bajo.

— ¿ Qué?

— Que, si, toco para vos.— sentía su mirada fija en la mía.

—Mas te vale. — me bajo de la mesada llendo a mí cuarto cuando su voz me frena por por pocos segundos.

— ¿Dónde vas? — Me Pregunto sin que lo mire.

— A bajarme, que me roban el lugar. — Dije siguiendo con mí camino escuchando como cantaba.

(...)

Por ser viernes era la fiesta y hoy era de disfraces, estaba con mí disfraz entrando a mí pieza cuando me di vuelta por el grito de Furia quien estaba de diabla junto a Lisandro, de diablo.

— !yo soy tu diabla!— Corrío por el pasillo.— Lo hicieron otra vez, gracias producción.

Entre al cuarto viendo cómo las chicas se estaban cambiando o ya cambiadas, fui a mí cama y vi mí disfraz.