03!¡

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Era el tercer día y todo está un poquito mas calmo a diferencia de ayer. Ahora estábamos casi todos en el cuarto de los varones, Alan contaba algo hasta que la puerta se abrió.

— ¡Alan, no sabes lo que estoy haciendo! — Rosina entró eufórica al cuarto pero se callo al ver qué Alan hablaba, no hablo más y se fue antes de que alguien pueda hablar. Alan sonrió y volvió a contar lo suyo pero ya no me pude consentrar.

— Ya vuelvo.— salí de la pieza y fui al comedor donde está Rosina.

— Ay, Valen. — Se me acercó con una gran sonrisa.— Estoy re feliz, estoy cocinando lo que comía en mi casa siempre.—

— que bueno.— le sonreí lo mas genuina posible, no me parecía la gran cosa pero tampoco me molestaba su felicidad. —¿Qué es?— La puerta del cuarto se abrió y todos salieron.

— Mira... — Me miró pero su vista se desvío atrás suyo y casi gritando habló.— Alan, veni proba esto.

— ¿Qué es?— Alan se paro a lado mío, apoyase en mi silla y tomo el tenedor que le extendía Rosina, para que luego se una Emmanuel.

— Proba, esto lo hacia en mi casa.— Emmanuel también probó y déje de prestar atención al ver que ya no hacia parte de la conversación.

Con mi vista busque a Martin pero antes de llegar a el me encontré con Axel, a quien lo mire hablar con manzana, vi como se dio vuelta y al ver mí vista en el, me sonrió.

— toma, proba .— Alan puso la comida prácticamente en mi cara.

— No gracias.— Dije aunque si quería probar, solo que un no me era más fácil y cómodo de decirle.

— Dale, proba, ni desayunaste.— insisto.

— Bueno, dale.— tome el tenedor y probé bajo su atenta mirada.

— ¿Te gustó?— me sonrió.

— Si, maso.— dije ya que no era algo que me halla impresionado mucho, lo salado era lo mio. — ¿ A vos?— Dije tratando de no ser antipática aunque me costaba un poco socializar.

— Si, me gusto. — le devolvió el tenedor a Rosina quien solo lo miro con un gesto que no supe identificar bien. —Hace calor ¿No? — asentí.— ¿Vamos a la pile?

Solo lo mire por unos segundos. Si hacia calor y no hay nada que ame más que nadar.

— Si, vamos.— Le sonreí y apoyado una mano en la mesa me pare dirigiendome al cuarto de las chicas.

Deje a Alan en el comedor y una vez que termine de cambiarme camine a fuera donde el estaba sentado en el sillón con Rosina y Zoe.

— ¿Y? — dije algo avergonzada ya que sentía mucha confianza. — ¿No nos vamos a meter? Me hiciste comer un viaje.

— No, no. — Dijo parándose ante la atenta mirada de las chicas.— Pensé que no ibas a venir, por eso. — Se sacó su remera tirandola al sillón con Rosina tomándola.

Nos acercamos a la pileta sin prestar atención a quienes estaban en las reposeras tomando sol.

— Dale, vos primero. — Lo incentive.

— No, vos primero. — hizo un motoncito con la mano. — Nos tiramos a la vez.

— Pero te tiras eh.— lo apunte.

— Si, posta. — me miro y después a la piscina. — 1, 2, 3. — el se quedó quieto, tome su mano y con fuerza me tire a la piscina arrastrándolo a mi. Abri los ojos bajo del agua y vi como Alan quien también abrió los ojos se encontraba encima mio pero al estar en el agua no sentia su peso, recién cuando mis pulmones me pedían airesolte su mano y me separe un poco para salir a fuera del agua para tomar aire.

VERSUS. - gran Hermano.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora