Hermione Granger, la brillante estudiante de Hogwarts, se encontraba inmersa en la tranquila pero impresionante biblioteca de la escuela. Estaba rodeada de altos estantes repletos de libros, algunos de los cuales flotaban en el aire gracias a la magia que permeaba el lugar. Con un pergamino y una pluma en mano, se sumergía en la búsqueda de información sobre Nicolas Flamel. Sus ojos escudriñaban los títulos de los libros, mientras sus dedos corrían por las viejas páginas en busca de respuestas.
En uno de los rincones más tranquilos, Pollux Black, por su parte, curioso y aislado como siempre, hojeaba un libro sobre criaturas mágicas. Su expresión seria y profunda contrastaba con la agitación de Hermione. Levantó la mirada y notó a la estudiante con libros esparcidos por la mesa circundante. Aunque el ambiente de la biblioteca era generalmente silencioso, el sonido de las hojas de los pergaminos y los murmullos de los estudiantes creaban un zumbido de actividad académica.
El chico, movido por la curiosidad, se acercó sigilosamente, sus pasos apenas audibles sobre el suelo de madera.
"—¿Qué estás haciendo?" preguntó con su tono característicamente imperturbable mientras se acercaba a la mesa de Hermione.
Levantó la vista de sus libros, ligeramente distraída pero educada. "—Hola. Estoy tratando de encontrar información sobre Nicolas Flamel. Necesito saber más sobre él.", respondió con un tono serio, sus ojos volviendo rápidamente al contenido de su investigación.
Mientras hablaba, el niño la escuchaba con atención, aunque su expresión permanecía inmutable."—Nicolas Flamel..." reflexionó por un momento antes de decir con seguridad, "—Creo que fue el alquimista que creó la Piedra Filosofal."
Hermione se quedó en silencio por un instante, sorprendida por la respuesta precisa de Pollux. "—¿Cómo sabes eso?" preguntó ella, evaluándolo con un interés renovado.
"—Escuché a mi familia hablar de él en algunas ocasiones", explicó. "—Dijeron que era un alquimista poderoso y que la Piedra Filosofal tenía propiedades mágicas extraordinarias. Esta tambien puede producir el Elixir de la Vida, que otorga inmortalidad."
La mente de la Gryffindor comenzó a hilar ideas. La información del niño Slytherin añadía una pieza crucial al rompecabezas que estaba resolviendo. "—¿La Piedra Filosofal?" murmuró para sí misma, pensativa.
Por su parte, el pelinegro la miró con curiosidad. "—¿Por qué estás buscando información sobre la Piedra Filosofal, Granger?"
Hermione, con una chispa de emoción en los ojos, le respondió rápidamente, "—Creo que puede haber algo en el tercer piso de Hogwarts relacionado con la Piedra Filosofal. ¡Gracias, Pollux!"
Ella estaba a punto de apresurarse hacia la puerta cuando Pollux la detuvo con un tono intrigante. "—Espera, Granger. Antes de irte, creo que deberías hacer algo por mí", dijo, levantando una ceja con astucia.
La joven bruja frunció el ceño, preguntándose qué podría querer el Slytherin a cambio. "—¿Qué es lo que quieres?"
Él sonrió, mostrando una pequeña pizca de malicia infantil. "—Dime, ¿Cómo se llama ese lugar que aparece en este libro?" Mientras hablaba, sacó de su mochila un libro muggle lleno de imágenes coloridas.
La niña, desconcertada por la aparente falta de importancia del pedido, examinó el libro. "—Eso es un parque de diversiones, lugares muggles donde la gente va a divertirse en atracciones y juegos", explicó.
Pollux fingió indiferencia, hojeando el libro como si no le importara. "—Ah, ya veo. Interesante. Bueno, supongo que ya puedes irte a buscar a tus amigos", dijo, como si hubiera conseguido lo que quería. Hermione, aún confundida, asintió y se marchó rápidamente en busca de Harry y Ron.
ESTÁS LEYENDO
"El Principe Black"; Hermione Granger
Fanfiction... Aunque la majestuosidad de la mansión era evidente, también albergaba las sombras de secretos oscuros y susurros incómodos. "Hangin' out where I don't belong is nothing new to me," pensó mientras recorría los corredores repletos de retratos de p...