I. VI

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El silencio reinaba en la habitación de Pollux Black en la Sala Común de Slytherin. Apenas iluminada por la luz tenue de las velas, la estancia estaba decorada con colores verdes y plateados que reflejaban la seriedad y la astucia de los estudiantes de esta casa. El chico, con expresión pensativa, se encontraba sentado en su escritorio rodeado de libros de magia oscura y pergaminos llenos de anotaciones. Absorto en sus pensamientos, hojeaba un antiguo libro de alquimia. La sombra del Bosque Prohibido aún rondaba su mente, y la conexión con Voldemort le inquietaba. En ese momento, decidió compartir sus pensamientos.

"—Onyx, hay algo extraño en todo esto. Esa sombra encapuchada en el Bosque Prohibido. Todo está conectado, lo siento. No puedo dejar de pensar en Voldemort. Siento que está involucrado, pero necesito pruebas. Pero no tengo todas las piezas del rompecabezas."

Onyx, su serpiente, que yacía enrollada en una esquina, lo observo con sus ojos amarillos y relucientes. Había una conexión especial entre ellos; podían comunicarse de manera única, más allá de las palabras convencionales. La serpiente levantó la cabeza, fijando su mirada en el niño como si hubiera algo importante que compartir.

"—Onyx, ¿Qué es lo que has visto o escuchado?", preguntó inclinándose hacia ella con curiosidad.

Onyx deslizó su cuerpo hacia él, comunicándose a través de pensamientos y emociones. "—He escuchado susurros, Pollux. El profesor Quirrell habla consigo mismo en las sombras. Hay algo oscuro en él, algo que me inquieta."

El Slytherin frunció el ceño, captando la seriedad en la comunicación de Onyx. Sabía que las serpientes tenían una afinidad innata para detectar la magia oscura. "—¿De qué habla Quirrell? ¿Algo que pueda relacionarse con Voldemort?"

Onyx asintió con la cabeza en un suave siseo, transmitiendo una sensación de peligro. "—He oído el nombre de Voldemort. Quirrell parece... servirle. Sus intenciones son turbias, y hay una conexión con el Bosque Prohibido. Es peligroso."

Sus ojos amarillos brillaban con una mezcla de inteligencia y alerta. Había algo más que la serpiente quería compartir con Pollux, algo que había escuchado en las sombras.

"—Onyx, ¿hay algo más que deba saber?" preguntó Pollux, notando la intriga en la mirada de su compañera.

Onyx se enroscó alrededor de la pierna de Pollux, comunicándose con él a través de sus pensamientos. "—He escuchado más, Pollux. El trío de Gryffindor, Potter, Weasley y Granger, estaban en la Sala Común de Gryffindor, hablando sobre la Piedra Filosofal. Quieren detener a Voldemort. Pero también escuché a Quirrell; él también tiene intenciones de ir tras la piedra."

"—Interesante...", murmuró Pollux, su mente maquinando las implicaciones de esta información. 

"—Quirrell planea usar la piedra para devolver a Voldemort a la vida. El trío de oro quiere evitarlo, pero también corren peligro."

"—Parece que el trío de oro está decidido a encontrar la Piedra Filosofal antes que cualquiera más. Y Quirrell... sus intenciones son más oscuras de lo que imaginaba", comentó para sí mismo.

Onyx asintió en acuerdo, sus ojos amarillos parpadeando con seriedad. "—Deberías tener precaución. La búsqueda de la Piedra Filosofal podría llevarlos a lugares peligrosos, y Quirrell es una amenaza que no debe subestimarse."

Pollux asintió, agradeciendo la advertencia de Onyx. Sabía que debía tomar medidas para protegerse a sí mismo. Incluso si esas significaban hacer daño a un profesor, estaba seguro de que no iba a dejar que el se saliera con la suya. Si alguien iba a tener la piedra filosofal, seria él. No un niño Gryffindor, ni mucho menos un profesor que habla solo.

"El Principe Black"; Hermione GrangerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora