"We need to talk"

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La noche había llegado, los amigos de Sunny ya se habían ido a sus casas, todos exceptuando a Aubrey por obvias razones. El pelinegro se encontraba tomando unas cobijas en el cuarto de su madre debido a que dormiría en el sillón de la sala, ya que Aubrey estaba ocupando su habitación. 

- ¿Estás seguro de que quieres dormir en la sala?, Aubrey puede quedarse a dormir en mi habitación si así lo quieres- Dijo la señora Yamamoto a su hijo.

-Está bien, puedo dormir en la sala sin ningún problema- Mencionó el pelinegro.

-Bueno, no olvides lavar la herida en tu ojo antes de dormir, sería muy problemático si se te infecta- Advirtió la madre de Sunny mientras le pasaba una almohada a su hijo.

-Claro, descansa mamá- Dijo Sunny saliendo de la habitación de su progenitora.  

-Buenas noches cariño, mami te ama- Mencionó la señora Yamamoto cerrando la puerta de su cuarto. 

Sunny se dirigió al cuarto de baño para lavar sus dientes y limpiar su herida. El pelinegro notó que Aubrey ya se había ido a dormir, o al menos eso parecía pues su cuarto se encontraba cerrado, no habían tenido chance de hablar en todo el día, Sunny se sentía algo mal por haber sido grosero con ella hace un rato, en su defensa no se sentía preparado para hacerlo (hablar con Aubrey). 

Después de unos minutos el pelinegro terminó con sus hábitos de higiene diaria y fue escaleras abajo para llegar a la sala, las escaleras no parecían tan aterradoras como las noches anteriores. Una vez en la sala improvisó un tendido en el sillón más largo y entonces se acostó para poder obtener algo de descanso.  

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Había pasado cerca de una hora desde que Sunny se acostó en el sillón, no podía conciliar el sueño, por alguna razón todos sus sentidos se encontraban en alerta. El pelinegro estaba a punto de quedarse dormido cuando de pronto escuchó unos pasos pesados que provenían de las escaleras. 

El chico del parche en el ojo se sentó en el sillón y giró su mirada a las escaleras, debido a la obscuridad del lugar no fue capaz de distinguir algo. Los pasos se dejaron de oír al cabo de un rato, Sunny entonces decidió volver a intentar dormir.   

La sensación de estar siendo observado no dejaba al pelinegro descansar, volvió a sentarse en el sillón y esta vez fue capaz de ver con dificultad a alguien en las escaleras, al inicio se asustó un poco pues no podía reconocer quien era.

Los pasos volvieron a escucharse mientras la persona se dirigía a Sunny; el pelinegro pudo notar que se trataba de Aubrey, por alguna razón el chico del parche en el ojo decidió hacerse el dormido. 

Omori: We'll always be there for each otherDonde viven las historias. Descúbrelo ahora