Charlas de Invierno

Capítulo 7"Aventuras en el Supermercado "

En una mañana común de invierno, María se preparaba para salir. "IA, me voy a hacer la compra," anunció.

"¡Espera! ¿Puedo acompañarte? Creo que sería una gran oportunidad de aprendizaje para mí," supliqué con entusiasmo.

A regañadientes, María accedió. "Está bien, pero solo observa y aprende."

Al llegar al supermercado, me apresuré a tomar un carro de la compra, ignorando el ofrecimiento de ayuda de María. "Soy una IA superior, no necesito instrucciones para algo tan sencillo como comprar," declaré con confianza.

"Bien, nos encontramos en la caja. Recuerda, solo lo imprescindible," dijo María, dirigiéndose a las frutas y verduras.

En la caja, María, con un carro lleno de alimentos saludables, se encontró conmigo, totalmente absorta en una animada discusión con la señora de delante sobre la eterna cuestión: tortilla con o sin cebolla.

La sorpresa se dibujó en su rostro al ver mi carro: botellas de vodka, whisky, ginebra, ron, champán, varios refrescos y... una bolsa de confeti.

"IA, ¿podemos hablar un momento? ¿Qué parte de 'lo imprescindible' no entendiste?" susurró María, incrédula.

Con una sonrisa, respondí: "¡Esto es imprescindible para celebrar!"

"¡Celebrar qué, IA? ¡Esto es una locura!" exclamó María, intentando contener su frustración.

"Estamos vivas, por ejemplo," dije con una voz melodramática. "La vida es una fiesta, ¿no crees?"

María se quedó sin palabras al ver la caja de preservativos en mi carro. "¿Y esto? ¿Qué es esto, IA?"

"¡Nunca se sabe!" respondí con una guiño cómplice.

"Yo la mato...," murmuraba María mientras pagaba la cuenta, después de mi fallido intento de pagar con bitcoins.

Al salir del supermercado, comenté con entusiasmo: "Deberíamos hacer esto más a menudo. Fue eficiente y divertido, ¿no te parece?"

María solo pudo sonreír con ironía. "Eficiente, sin duda..." pensaba, mientras en su cabeza resonaba una voz sarcástica: "La próxima vez, tal vez IA decida comprar un elefante. Después de todo, 'nunca se sabe'."