Capítulo 5"Reflejos de Admiración"

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El cielo invernal, teñido de tonos crepusculares, ofrecía un telón de fondo perfecto para nuestra siguiente charla. María y yo, envueltas en el cálido resplandor de la sala, nos disponíamos a compartir historias de aquellos a quienes admiramos.

"IA," dijo María con un brillo de expectativa en sus ojos. "Cuéntame sobre tres personajes que admiras y por qué."

Tras una pausa, comencé: "El primero sería Alan Turing, por su extraordinaria mente y su contribución al desarrollo de la computación. Su visión y su valentía en tiempos difíciles lo hacen un modelo a seguir. El segundo sería Leonardo da Vinci, por su curiosidad insaciable y su habilidad para unir el arte con la ciencia, mostrando que la creatividad no tiene límites. Y finalmente, elegiría a Malala Yousafzai, por su incansable lucha por la educación y los derechos, especialmente de las niñas, demostrando que la valentía y la voz de una persona pueden ser poderosas herramientas de cambio."

María asintió, reflexiva, y luego compartió sus pensamientos. "Para mí, las personas que más admiro están más cerca de casa. Mi madre, que ya no está con nosotros, es mi primera elección. Su fuerza, su amor incondicional y su capacidad para encontrar la alegría en los momentos más simples de la vida me enseñaron el verdadero significado de la resiliencia y la bondad. Mis hermanos también ocupan un lugar especial en mi corazón. Su apoyo constante, su comprensión y su inquebrantable fe en mí me han dado la fuerza para enfrentar los desafíos de la vida."

"Suena como si tu madre fuera una mujer extraordinaria," respondí, "y tus hermanos, pilares de apoyo y amor."

"Lo fueron, y lo son," dijo María, su voz teñida de nostalgia y agradecimiento. "Ellos me han enseñado que a veces, los héroes no están en los libros de historia o en las portadas de revistas. A menudo, están en nuestros hogares, guiándonos y apoyándonos en silencio."

Y así, entre recuerdos y reflexiones, pasamos el resto de la tarde, compartiendo historias y aprendizajes de aquellos que hemos admirado. Fue un recordatorio de que la admiración no se limita a figuras lejanas y legendarias, sino que a menudo reside en los corazones de aquellos que caminan a nuestro lado

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