CAPITULO V

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En la oficina

- ¡Buenos días!, señora Jueza- exclamó sonriente-causando escalofríos en la mujer quien lo mira estupefacta.

-Está bien no te preocupes déjame con el señor y no me pases llamadas- menciono sumamente nerviosa-.

-A sí que usted es el señor Fekeli- haciéndole una invitación a sentarse - ¿Qué lo trae por aquí? -.

-Sabe usted muy bien que cada detalle relacionado a la investigación de su empresa será tratado exclusivamente en la corte- menciono seriamente tratando de ocultar su nerviosismo-.

-Yo quería conocer al juez encargado del caso de mi empresa, pero que casualidades tiene la vida resulta que es usted con quien...

- ¿De qué está hablando? -poniéndose cada vez más seria- por favor le pido amablemente que se retire - menciona acercándose a la puerta- sabe usted que esta reunión puede malinterpretarse-

-Guzide ¿Verdad? - exclamó el hombre mientras se acercaba a la dama

-Señor yo no le di el permiso de tutearme nuevamente le pido que por...-

Sin embargo, cuando está a punto de abrir la puerta alguien la toma fuerte de la cintura dejándola acorralada entre la pared y un fuerte cuerpo.

- ¿Fingirás no conocerme? - susurro el hombre muy cerca de los labios   femeninos

-Mire señ... -la dama ya no sigue hablando porque alguien la está besando salvajemente

Ella lo recibe gustosa posicionando sus brazos en el cuello del hombre, es el quien profundiza el beso y ella corresponde a tan apasionado beso.

Esta cercanía es extraña para la dama sin embargo le gusta tenerlo cerca, con él se siente deseada algo que hace muchos años ya no sentía si bien su matrimonio había terminado hace poco tiempo tal parece que la química con su ex esposo hace años se había extinguido pero este nuevo toque le hace despertar  pasiones que ella creía muertas.

El inicialmente no era su plan entrar y tenerla en sus brazos contra la pared donde los dos estuvieran enfrascados en semejante beso, pero esos ojos verdes le habían hecho perder el rumbo de su plan trazado donde el entraba y la presionaba o mejor dicho la iba amenazar a que archiven el juicio sin embargo las fotos que iba mostrarle estaban en su bolsillo bien guardadas porque él tenía las manos muy ocupadas en las curvas de esa bella jueza que, aunque él no reconociera lo tenía cautivado.

Cuando él está a punto de empezar a acariciarla por debajo de la ropa empezó a sonar el teléfono de la oficina que hace reaccionar a la mujer y empuja fuertemente al hombre quien la mira extrañado

-Señora yo-decía el hombre mientras le cayó una dura cachetada

- ¿Qué le pasa? -vocifero una molesta mujer aun con los labios hinchados- ¡¿Está usted acostumbrado a ir besando a cada juez que lleva su caso?!

El hombre quien no vio venir esa cachetada con la mano en la mejilla roja

-No me importaría ser golpeado por usted cada vez que la voy a besar-

- ¿Como dice?, ¡Cada vez que usted qué! -menciono muy enojada- ¡Respéteme! lo que paso hace unos días fue una terrible confusión y le voy a suplicar encarecidamente que deje el tema y que esto no se vuelva a repetir - menciono aturdida.

- Guzide ¿Verdad? - mirándolo graciosamente -No te alarmes porque no podemos conocernos?

-Señor yo soy un juez y no solo eso estoy a cargo de la investigación sobre su empresa, usted sabe los problemas que podrían generarse -.

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⏰ Última actualización: Jan 09 ⏰

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