Después de un cansado día, porfin cerré los ojos bajo mi cálida sabana.
Aproximadamente dos horas después mi ventana se abrió y dejó ver a una persona vestida de negro, que nada más entrar se quita la chaqueta dejando ver su pelo rubio, entonces le veo la cara y la reconozco al instante, la chica que se estaba liando con mi hermano esta tarde.... Leslie , en cuanto ve que la veo, se pone en dedo índice en los labios para que hable bajo.
-¿Que haces aquí? La habitación de mi hermano esta cruzando en baño.
-Crees que voy a repetir de chico-soltó una carcajada-Vengo por ti.
-¿Por mi?
-Si, mira siempre he querido tener una amiga, pero que no sea tan chica, ni se si me entiendes-Asenti, la entendía, claro que la entendía, yo también pienso así.- Y que sea fuerte, que no caiga a los pies de todos los chicos. Y por lo que he visto esta tarde.... Amiga- Se sentó en la cama y me rodeo en cuello con su brazo.-Eres la elegida.-Y nos reímos.
-¿Por que yo?
-Te lo acabo de decir- Suspiro- Eres diferente.
-Otra pregunta... ¿Por que vienes a estas horas?
-No se... Supongo que porque quiero recordar este momento. Me gusta dar la nota.
-Ala, pues nada, ya hablamos mañana.-Me acurruque y cerré los ojos para que se fuera.
Pero ella no se movió, se quedó mirándome, incluso sentía su mirada, a pesar de tener los ojos cerrados. Los abrí de nuevo y aún seguía mirándome fijamente.
- Lo siento, pero... ya que he venido hasta aquí, me gustaría hablar un poco.- Dijo Les mirándome esperanzada, para que accediera a hablar con ella.
-Esta bien.- Dije ante su insistente mirada.
- ¿De que conoces a Austin?.- Pregunte ya que me mataba la curiosidad, después de haber visto la reacción de Austin al verla junto a mi hermano. Si Leslie quería que habláramos... hablaremos.
- Fue mi lío del año pasado, y me reconoció, un gran alabo ya que es muy raro que se acuerde de alguno de sus rollos.- Susurro Leslie con asco en la voz.
- Tampoco parece tan malo ¿No?.- Comenté... ¿Defendiéndolo? Bueno después de estos días sí que merecía ser defendido.
- Depende de como lo mires, sí no te importa que una persona juegue con otras como sí fueran objetos y que en lo único que se preocupe sea en su físico y en impresionar a los demás. Pues en ese caso. No, no es tan malo.- Dijo sarcásticamente, su comentario me molesto, pero seguramente tenga razón . Aún no le conocía y era un mujeriego... pero las personas cambian.
Supongo que Leslie notó que no me sentó bien su comentario porque se disculpó.
- Lo siento Abby, no debí decir nada, cuando le conozcas ya le juzgaras tu misma.- Dijo acercándose a mí.
- ¿Eres de la edad de tu hermano?.- Pregunto Les curiosa, cambiando radicalmente de tema
-Tiene un año mas que yo, 17.- La contesté
-Perfecto... ¿Te apetecería hacer algo divertido?.- Dijo con una picara sonrisa que demostraba autosuficiencia. Bff me muero de ganas de hacer algo divertido, pero no la conozco... Ademas soy nueva aquí no esta bien que nada mas llegar me meta en problemas. ¿Que mas da lo que este bien? Ya basta de tener una vida aburrida y menos a mis 16 años. Siempre me decían que la adolescencia era la época mas corta, pero que también la mas intensa y yo aún no había sentido esa sensación así que ya era hora de cambiar
-Me encantaría.- Dije mientras me levantaba con dificultad, cogiendo la muleta y la chaqueta.
- ¿Cómo crees que le quedaría a tu hermano una muestra de nuestro arte en su bonita y perfecta cara?.- Puse cara de repugnancia ante en comentario, pero no dude en ir hacia mi escritorio a coger un par de rotuladores negros permanentes.
Entramos a hurtadillas en la habitación, Liam tiene el sueño pesado así que no será un problema.
Comencé pintándole un bigote, unicejo... El tipico dibujo que haría un niño pequeño. Cuando acabé me fije en Leslie, que no había dicho ni una palabra, y ella estaba concentrada pitándole las uñas de rosa chillón. Se me escapó una carcajada, justo después nos callamos con la esperanza de que no se despertara . Pero no lo hizo... Definitivamente tenía el sueño pesado.
(...)
-ABELINE HARRIES VEN AQUÍ AHORA MISMO, SI NO QUIERES QUE VAYA YO Y SERÁ MUCHISIMO PEOR.- Grito Liam enfurecido, me levanté con una sonrisa divertida en mi cara, me moría por descubrir la reacción de mi hermano, aunque seguramente no fuera muy buena... Leslie, que estaba a mi lado tenía la misma expresión que yo.
Cuando llegamos a su habitación, ya casi podía apoyar el pie, pero me entró tal ataque re risa al verle que tuve que apoyarme sobre la muleta.
No se que era mejor... La reacción de su cara o todo lo demás.
- No tiene gracia Abeline, me las vas a pagar.- Dijo muy muy furioso. Al oír su voz mi risa se apagó y me entro miedo por un momento, pero cuando me volví a fijar en su rostro las carcajadas volvieron aun mas grandes. En el momento en el que se dio cuenta de que Les estaba allí, se quedó quieto y perplejo.
Sin esperarlo Liam se acercó a nosotras muy rápido y nos pintarrajeo toda la cara de negro. ¡No es justo! Nuestros dibujos por lo menos tenían sentido.
Acabamos los tres desayunando con la cara negra, y lanzándonos miradas de odio, que después eran amortiguadas por las risas.
- ¿Que os ha pasado?.- Preguntó Jack nada más entrar por la puerta, instantáneamente bajé la cabeza al oír su voz. Al ver que nadie contestaba suspiró y dijo.-Venia a por ti Liam. Pero sinceramente no me apetece salir con ese- dijo señalando a su cara- Liam.
-¡Habiamos quedado con las chicas del otro día! Se me había olvidado por completo.- se levantó corriendo de la silla, tirándola al suelo y subió estrepitosamente las escaleras. Les nos miraba intermitentemente a Jack y a mi. Y me susurró de forma "discreta" a pesar de que Jack lo oyó- ¿No vas a presentarme a este buenorro?
